Quienes me conocen saben que soy superfan de la Navidad, tanto que es posible que hasta me apetezca escuchar villancicos en verano. Por eso, me hacía ilusión la idea de pasar estas fechas en Georgia, para vivir una Navidad en Tbilisi: unas Navidades diferentes.
En Georgia, así como en el resto de países de religión ortodoxa, la Navidad no se celebra el 25 de diciembre y, por ende, tampoco Nochebuena. Aquí siguen el calendario antiguo (calendario juliano), mientras que en la religión cristiana rige el gregoriano. Por ello, la Navidad se festeja el 7 de enero y el año Nuevo, el 14 del mismo mes. No obstante, es común que Nochevieja se celebre en ambas fechas, es decir, el 31 de diciembre y el 14 de enero.
Si bien en España ya a principios de diciembre los turrones y los adornos navideños han tomado literalmente los supermercados y la iluminación de las calles también se inaugura pronto, la Navidad en Tbilisi se hizo un poco de esperar. Es más, la primera alusión a la Navidad que vi en mi barrio fue un triste árbol de la calle decorado con mal gusto. ¿Eso iba a ser todo? ¡Qué decepción!
El árbol de Navidad más desafortunado del mundo |
Tenía tanto mono de Navidad que, en cuanto me enteré de que un centro comercial iba a realizar su encendido navideño, no me lo pensé dos veces. Hacía un frío horrible y un aire tan gélido que hasta los miembros del coro cantaban con bufandas tapándoles la boca. Así que imaginad lo bien que se oían sus voces, jajaja.
Por supuesto, cada vez que me enteraba de la existencia de algún mercadillo navideño, ahí estaba yo. Pasaron los días hasta que un buen día pasaba por la Avenida Rustaveli de Tbilisi (la calle comercial principal) y me quedé anonadada con la decoración. La avenida desemboca en la Plaza Tavisupleba (Plaza de la Libertad), también decorada con un árbol de Navidad bastante chulo.
Árbol de Navidad junto al antiguo Parlamento |
Edificio iluminado en la Avenida Rustaveli |
Árbol de Navidad presidiendo la Plaza de la Libertad |
Mercadillos navideños
No sé si ha habido más en estos días, pero yo descubrí dos mercadillos de Navidad en Tbilisi muy chulis. Para visitar el primero, me bajé en el metro Marjanishvili con intención de tomar la Avenida Davit Aghmashenebeli, donde, por lo visto, habían instalado un trenecito con puestos de comida y regalitos. Gracias a tener que buscar este mercadillo navideño, descubrí una calle superelegante, con cafeterías muy chic y edificios que parecen recién construidos y pintados. Una zona que llaman, de hecho, «Nuevo Tbilisi».
El mercadillo no me defraudó en absoluto. Cada vagón del trenecillo era un puesto diferente. Tenía tanta hambre que preferí explorarlo más tarde y me lancé a por una «currywurst» (salchicha alemana con salsa curry típica de Berlín) ¡que me supo a gloria!
Trenecito de Navidad |
El final de esta calle comunica con el Dry Bridge (conocido por su mercadillo diario de artículos de segunda mano, cuadros, antigüedades, recuerdos de la URSS…). En el otro extremo del puente, concretamente en Dedaena Park, habían instalado otro mercadillo que, a decir verdad, me dejó con la boca abierta. A imagen y semejanza de los alemanes, no le faltaba detalle: casitas de madera, puestos de vino caliente y chocolates, un árbol enorme de Navidad, etc. ¡Me encantó también! ¡Muy bien Tbilisi! Así, ¡sí!
Árbol de Navidad en Dedaena Park |
Chichilaki, el árbol de Navidad georgiano
Por estas fechas, los puestos callejeros se llenan de unos pequeños arbolillos llamados «chichilaki». El «chichilaki» es el árbol de Navidad georgiano tradicional y está confeccionado a base de ramas secas onduladas de avellano. Como el abeto o pino (o árbol de plástico, por qué no) que ponemos en casa, el «chichilaki» también se decora, habitualmente con frutas y flores. ¡Ah! Y, por cierto, el arbolillo, como veis, ¡no es verde!
‘Chichilaki’ navideño |