Creo que en un post anterior contaba mi primer contacto con el Tbilisi nocturno. Había llegado a la ciudad de madrugada, me había acostado y, la mañana siguiente, la pasé trabajando. Cuando salí del hostel era de día, fui a comer y, entonces, me cayó la noche. Mi primer recuerdo de Tbilisi es precisamente Abanotubani, el barrio de los baños termales tradicionales.
Me pareció un lugar increíble, casi irreal, con esas chimeneas enormes echando humo alumbradas por una leve iluminación. Y, por supuesto, ese olor característico que todo el mundo describe igual: «como a huevo podrido».
Por lo visto, fue en Abanotubani donde se fundó la ciudad. Según la leyenda, el halcón del rey Gorgasali cayó en un manantial y murió achicharrado. Fue entonces cuando el monarca se percató de que este lugar era especial y decidió fundar la ciudad.
Chimeneas de Abanotubani |
No en vano, Tbilisi significa «agua caliente», pues, de hecho, en sus entrañas corren ríos de aguas termales. Es cierto que estos baños (o banya, como los conocen aquí, en alusión al vocablo ruso para «baño») me recordaron a los hammams turcos y marroquíes. La idea es, en apariencia, la misma: espacios públicos donde asearse que surgieron cuando la mayor parte de la población no tenía duchas en sus casas.
Hoy en día, la inmensa mayoría tiene, pero la realidad es que los baños continúan siendo muy transitados y no solo por turistas. Además, los baños de Tbilisi tienen el añadido de que cuentan con bañeras de aguas sulfurosas, muy beneficiosas para la piel.
Si lo piensas bien, eso de vivir en una ciudad de balnearios tradicionales (y no de meros spas urbanos), tiene un encanto tremendo. Tenerlo tan al alcance, ¡me parece una pasada!
Bueno, bueno, vamos a contar más cositas.
¿Cuántos baños hay en Tbilisi?
Hay fuentes que sitúan el origen de los baños en el siglo X. En cualquier caso, se construyeron a imagen y semejanza de los baños persas, con la diferencia de que en estos el agua debía calentarse manualmente y en Tbilisi brota ya caliente (a una temperatura de entre 25º y 40º).
Allá por el siglo XIII había en la ciudad unos 60 baños y, en la actualidad, no quedan más de 10. Yo he intentado contarlos todos, pero creo que se me escapa alguno. A ojo: Orbeliani (los más famosos y elegantes, fácilmente reconocibles por su fachada llena de mosaicos), Royal Bath, No. 5 (el más antiguo), Bakhmaro, Queens Bath…
Fachada de uno de los baños |
¿Cómo son los baños?
En mi estancia en Tbilisi he probado tres de ellos y todo lo que puedo decir es que no esperéis grandes lujos. Eso sí, también depende del precio. La habitación privada más sencilla (para dos o tres personas) suele costar 30 lari (10 euros) la hora. Habitualmente se compone de una sala con la bañera de agua caliente, una ducha y un hall con sofá y una mesa para dejar las cosas. No es lujo, pero no está mal ni está sucio. Si sois afortunados, tendréis WC dentro y si no, un agujero en el suelo. ¿No buscabais algo tradicional? jaja
Por regla general, en los baños no ponen objeción alguna en enseñarte las habitaciones para que elijas la que más te guste y no sea ¡sorpresa!
Si sois un grupo más numeroso (a partir de 5 o 6 personas) podéis alquilar una sala mayor. El otro día estuve en una alucinante. Nos costó 90 lari (30 euros) y tenía una bañera grande de agua caliente, otra más pequeña de agua fría y una sauna. Además, las paredes estaban llenas de mosaicos. Precioso, de verdad.
Interior de uno de los baños en ‘No.5’ |
Precios y extras
Algunos baños tienen espacio público y también salas privadas y otros solo habitaciones privadas. El precio de la «piscina» pública es irrisorio, unos 5 lari o así, si no recuerdo mal. Eso sí, te toca compartirla con to quisqui. Respecto a las habitaciones privadas, la más simple ronda los 30 lari y la más glamourosa y espaciosa puede costar en torno a los 80 o 90 lari.
No hace falta que lleves ni toalla, chanclas, champú, etc. Ya que, por 1 o 2 lari cada cosa, puedes alquilarlo. Tampoco necesitarás traje de baño, ¡viva la naturalidad!. El agua está tan caliente que te sobrará todo.
Por 10 lari también puedes contratar a una señora para que te exfolie como Dios manda. Las «masajistas» suelen ser mayores y entradas en carnes (igual estas cualidades son requisito para trabajar allí) y frota-que-te-frota te dejarán suave como el culito de un bebé.
Ejemplo de una habitación sencilla (30 lari aprox.) |
Consejos para el baño
- Prepárate para un olor no del todo agradable. Como decimos, las aguas sulfurosas huelen como a huevo podrido. Recuerda que estas aguas son buenas para la piel y todo irá bien.
- En los baños no suelen hablar inglés, pero la buena noticia es que ¡ruso sí! Si no, las señas siguen siendo lenguaje universal.
- No comas demasiado antes de ir a los baños. Es un ambiente húmedo y hace mucho mucho calor y podrías sentir náuseas.
- ¡Quítate pulseras, collares y anillos de plata antes de entrar en el agua! De lo contrario, tus joyas adquirirán un curioso tono negro. Con bicarbonato y vinagre se quita, sí, pero ¡qué ganas de tener que ponerte a buscar bicarbonato ahora en Tbilisi!
- No necesitarás traje de baño (en las salas privadas por razones obvias y en las públicas porque los hombres y mujeres están separados).
- Si no tienes con quién ir a los baños, súmate a los eventos que organizan a través de Facebook (para ellas y para ellos).
- Dicen las malas lenguas que los baños se usan, a menudo, como picadero. No es un consejo, pero sí una curiosidad 🙂