Qué ver en Kutaisi: monasterios, cañones y cuevas

Kutaisi es la segunda ciudad más grande de Georgia (solo superada por Tbilisi) y es la capital de la región de Imereti. Para comprender mejor la división administrativa del país, asocio las regiones georgianas a los tipos de Khachapuri (un pan típico georgiano con queso) representativos de cada una. Así, el Khachapuri Imeruli (uno de los tres más populares) pertenecería a esta región. ¡¡Prontito, en otro post, hablaré de la comida!!

Pese a que Kutaisi, como decimos, es una de las ciudades más importantes de Georgia y fue durante una época la capital del país, no contiene muchos atractivos turísticos. Eso sí, hablo de la ciudad en sí porque sus alrededores están llenos de maravillas.

Curiosamente, Kutaisi acoge la sede del Parlamento de Georgia, anteriormente situada en Tbilisi en la avenida Rustaveli.

Autobús a Kutaisi
Marshrutka con destino a Kutaisi

Mucho por visitar en Kutaisi

Hace unas semanas tuve mi primera visita de España (¡y espero que no la última!) y decidimos comenzar nuestro viaje por Kutaisi. Hay un total de tres monasterios, una catedral, dos cañones, una cueva y una reserva natural en los alrededores a los que merece la pena ir. Sin embargo, recorrer todo eso en transporte público (marshrutka o minibús + taxi) es un poco locura.

Como no tenemos coche (ni pensábamos alquilar), se me ocurrió contratar una excursión de un día que nos llevara a la mayor parte de esos sitios. Tengo que decir que soy poco amiga de los tours turísticos, pero el que contratamos (Tripstation) consistía en un conductor con una ruta establecida que iba parando y nos dejaba a nuestro aire el tiempo que precisásemos. Fueron los 25 lari (unos 9 euros) mejor invertidos.

Monasterio de Gelati

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Monasterio de Gelati es un espectacular complejo construido entre los siglos XII y XIV bajo mandato del rey David IV, más conocido como ‘David El Constructor’, uno de los personajes más célebres de la historia de Georgia. De hecho, en su interior se encuentra la tumba del monarca.

Aquel día Kutaisi amaneció con niebla, lo que contribuyó a que el entorno tuviera más magia. Nos dejó sin palabras el monasterio. Por dentro también es maravilloso y aún conserva un buen número de pinturas murales.

El Monasterio de Gelati es uno de los must see de Kutaisi
Monasterio de Gelati

Monasterio de Motsameta

Entonces, el conductor paró junto a unas vías del tren y nos señaló un camino que debíamos tomar para llegar hasta el Monasterio de Motsameta. Desde ese punto aún no se vislumbraba. En pleno otoño, ese sendero me pareció idílico, con mucha vegetación y bonitas farolas. Además, si te asomabas un poco, podías visualizar el río Skaltsitela ahí abajo, con lo que te percatabas de que estabas sobre un acantilado. De repente, a lo lejos, el monasterio.

Se me asemejó al castillo de una princesa más que a un templo religioso y pensé que en primavera o verano ese lugar tenía que ser impresionante. Nos recibió un gallo paseándose altanero y luego observamos a dos hombres efectuando un curioso rito que consistía en dar tres vueltas a la iglesia portando una tierna oveja. ¿Sería para matarla? Ciertamente nunca lo sabremos.

El Monasterio de Motsameta de Kutaisi se asemeja a un castillo
Monasterio de Motsameta

Catedral de Bagrati

Al igual que el Monasterio de Gelati, la Catedral de Bagrati también forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Los tejados verdes de la catedral no pasan desapercibidos y, de hecho, a mí el conjunto me resultó muy familiar. Es más, me recordó a la Catedral de Berlín y a la iglesia Karlskirche de Viena.

Data del siglo XI y, desde ella, puede observarse una interesante panorámica de Kutaisi.

La Catedral de Bagrati es una maravilla de Kutaisi
Catedral de Bagrati

Reserva Natural de Sataplia

De todo lo que visitamos aquel día, de lo que menos sabía era de la Reserva Natural de Sataplia (Sataplia significa «donde hay miel»), por lo visto, un lugar con huellas reales de dinosaurios.

Cada vez había más niebla y, aunque le daba un aire misterioso al sitio, lo cierto es que nos quedamos sin ver las fascinantes vistas que, según nos contó el guía, se pueden contemplar desde el mirador principal.

La Reserva Natural de Sataplia es una especie de bosque de 350 hectáreas que consta de una cueva kárstica (de 900 metros de longitud), huellas de dinosaurios y réplicas de estos enormes seres. Por otro lado, la entrada cuesta 6 lari.

La Reserva de Sataplia en un día con niebla es impresionante
Día de niebla en Sataplia

Cueva de Prometeo

La Cueva de Prometeo fue la última parada de un tour supergenial en el que cada lugar que veíamos nos impresionaba más que el anterior. En Sataplia ya habíamos visto una cueva muy curiosa, pero nada que ver con esta.

Tanto mi compi de viaje como yo nos pasamos la visita maravillados, ya que esta cueva es casi como estar en un mundo de fantasía. Está repleta de estalactitas, estalagmitas y formaciones caprichosas de la naturaleza. Todo ello, además, aderezado con luces de colores, brindando un espectáculo visual único.

Descubierta en el año 1984, la Cueva de Prometeo ofrece una excursión de aproximadamente 1 km y medio y, en temporada, es posible realizar un paseo en barca por uno de los lagos. Precio de la entrada: 6 lari.

La Cueva de Prometeo presenta un universo mágico subterráneo
Cueva de Prometeo


Cañón de Martvili

Al día siguiente no teníamos ningún tour programado, así que decidimos improvisar. Desde Kutaisi tomamos una marshrutka hasta Khoni. Nuestro plan era ir al Cañón Okatse, así que tendríamos que tomar otra marshrutka desde Khoni hasta Gordi (o eso nos habían contado). Como aún faltaba una hora y media, decidimos adelantar tiempo haciendo autostop, a ver si, por casualidad, alguien nos paraba.

No disponíamos de un cartel que pusiera nuestro destino, por lo que, con los primeros conductores que se interesaban por dos jóvenes viajeros mojándose bajo la lluvia (hacía un día horrible), la comunicación era un tanto difícil. A los pocos minutos ¡encontramos un conductor! y allá que fuimos. Como todos en Georgia, conducía como loco. Mi asiento tenía cinturón de seguridad, pero no el de mi compi, así que yo le miraba con compasión, ambos sabiendo que si nos estrellábamos él saldría volando y yo no.

Nos pareció raro que tardásemos tanto en llegar, así que miré Google Maps y nos dimos cuenta de que estábamos yendo en opuesta dirección al Cañón Okatse. Pronto comprenderíamos que el buen hombre se equivocó de cañón y nos llevaba al Cañón de Martvili.

Este no estaba en nuestro planes, pues, la atracción más guay era montar en barca y con el día que hacía, no era la mejor idea. Sin embargo, ya que estábamos allí, no solo pagamos la entrada, sino la excursión en barca. Obviamente, éramos los únicos visitantes en aquel día gris y lluvioso de noviembre.

Como todos los sitios que habíamos visto, nos pareció espectacular y volví a pensar que, definitivamente, en primavera tenía que ser una pasada. Además, el paseo en barca fue superdivertido, lloviendo a cántaros y yo casi sin poder remar porque no podía parar de reír por la situación. El gondolieri seguro que estaría diciendo para sus adentros: ¡menos fotos y risas y más remar, coño!

El Cañón de Martvili es una maravilla de la naturaleza
Paseo en barca por el Cañón de Martvili


Monasterio de Martvili

El Cañón de Martvili está a las afueras del pueblo del mismo nombre (en la región vecina de Samegrelo), justo al lado de la carretera, así que no nos quedaba más remedio que seguir con nuestra estrategia de autostop para llegar al siguiente punto. Enseguida nos hicimos amigos de un perro vagabundo con carita triste que no se separaba de nosotros mientras levantábamos el dedo. Nos hacía gracia pensar que no nos pararía nadie al creer que el chucho venía con nosotros.

Había leído también sobre el Monasterio de Martvili, así que, ya que estábamos cerca, decidimos que nuestro siguiente destino sería ese. Posteriormente, nos cogió una mujer tan maja que quise pagarle por el trayecto, pero no aceptó el dinero.

Para subir al Monasterio de Martvili hay que coger un teleférico (qué raro, en Georgia, teleféricos…), aunque creo que también es posible hacerlo a pie atravesando un bosque y pegándote la caminata del siglo, claro.

El templo data del siglo VII y su origen está relacionado con un roble, el cual, durante siglos, fue símbolo de la fertilidad y prosperidad. Este sería cortado para, en su lugar, erigir el monasterio.

Al Monasterio de Martvili se accede en teleférico
Monasterio de Martvili


Cañón Okatse

Localizado en el término municipal de Gordi, a 40 kilómetros de Kutaisi, el Cañón Okatse es uno de los mayores atractivos de la región de Imereti.

Por lo visto, cuenta con un puente de 1 kilómetro de longitud que se encuentra suspendido sobre el cañón y que permite admirar el paisaje. En conclusión, ¡queda pendiente para la próxima excursión!

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