En estos días he tenido que escribir un artículo de viajes sobre Colombia (mi tema favorito, sin ninguna duda) y he recordado los días que pasé en San Andrés. Esta isla pertenece al archipiélago de San Andrés y Providencia y este a su vez es una de las 32 regiones de Colombia. La particularidad es que se ubica a cierta distancia del territorio continental y, de hecho, se encuentra frente a las costas de Nicaragua. Por ello, no hay más remedio que coger un vuelo para llegar a San Andrés en Colombia.
En pleno mar Caribe, el archipiélago de San Andrés y Providencia es un trozo de paraíso dentro del paraíso que ya es Colombia (sí, soy una enamorada
). Parece ser que la isla de San Andrés es bastante más turística, fiestera y concurrida que Providencia. Providencia es una isla más virgen y calmada. Sin embargo, fue devastada en otoño del año 2020 por un huracán (por lo visto, afectó al 98 % de su infraestructura), por lo que, en 2021 cuando hice el viaje, Providencia quedaba descartada.
Cómo llegar a la isla San Andrés
No queda otra que en avión. En mi caso, salí de Cartagena de Indias y el tiempo de viaje fue de menos de 2 horas. Me imagino que también habrá vuelos directos a San Andrés desde Bogotá, Medellín y otras ciudades colombianas. No sé cómo estarán los precios ahora mismo con la inflación, la quiebra de Viva Air (la aerolínea low cost colombiana por excelencia) y toda la pesca, pero en su momento no pagué más de 40 € al cambio por cada trayecto.
Qué hacer en San Andrés: ¡vivir la vida, claro!
A San Andrés se va a tostarse al sol, a hacer excursiones en barco, a beber CocoLocos y a comer productos del mar. En definitiva, ¡a vivir la vida! Pero aparte de estar de juerga todo el día, también hay algunos puntos de interés a incluir en tu ruta. Yo estuve 4 días y todo esto es lo que me dio tiempo a ver/hacer.
1. Alquilar un carrito de golf para moverte por San Andrés
Para moverte por la isla San Andrés lo mejor es alquilar un carrito de golf. Estos vehículos tienen la ventaja de que carecen de puertas, por lo que sientes el airecito en la cara mientras estás de ruta. Otra ventaja es que no corren mucho y así no hiperventilas mucho en carretera con 0 medidas de seguridad. Dado que mi compi no tenía carnet de conducir, pero yo sí (ja-ja-ja), lo alquilé yo y tuve que hacer el paripé de sacarlo del concesionario encomendándome al cielo para no chocarme en los escasos metros que nos separaban de la primera esquina en la que hacer el cambio. Y es que no quedaba otra que condujera el que no tenía carnet, que lo hacía trillones de veces mejor que la que sí tenía. De nuevo, tocaba encomendarse para que no nos parara nunca la policía y se diera cuenta del percal.
2. Tomarte un CocoLoco en la playa Spatt Bright
La playa Spatt Bright se encuentra en la propia ciudad de San Andrés, por lo que será la primera que conozcas. Además, es un buen anticipo de lo que te espera en la isla: arena blanca y agua de color azul intenso. De hecho, esta playa es el primer contacto con el famoso Mar de los Siete Colores, denominado así por la cantidad de tonalidades que puede llegar a adquirir. ¡Creo que nunca he visto un mar tan turquesa como el de San Andrés! Piensa en todo esto con un CocoLoco en la mano.
3. Hacer esnórquel en el Acuario y ver un barco encallado
El Acuario es un conjunto de cayos (Haynes Cay y Rose Cay) frente a las costas de San Andrés. Se denomina de este modo porque es precisamente como un acuario natural en el que hacer esnórquel para ver los pececillos que corretean por ahí. El área está llena de corales, así que ni se te ocurra nadar sin unos escarpines. Allí puedes alquilarlos si quieres. Haynes Cay es un islote lleno de palmeras y rodeado de un mar turquesa con olas gruesas como nunca he visto en mi vida. Para llegar a estos cayos, deberás contratar una excursión en barco. Lo habitual es que luego te muestren un barco encallado en medio del mar y envuelto en óxido.
4. Bañarte en la Piscinita
La Piscinita es una piscina natural en la que puedes bañarte tranquilamente sin temor a las olas. El terreno para acceder es algo escarpado. Puedes tirarte desde las rocas al agua o hacer como yo y bajar por la escalerita.
No se hace pie en ningún punto.
5. Visitar la laguna Big Pond, donde habita una colonia de caimanes
El número de excursiones que puedes hacer en San Andrés es proporcional al número de días que te quedes. Entre unas cosas y otras, solo alquilamos el carrito de golf un día, por lo que había que seleccionar qué ver de entre las miles de posibilidades. A mí me hacía mucha ilusión conocer la laguna Big Pond, en el corazón de la isla, donde habitan diversos caimanes y que, por alguna extraña razón, se dejan tocar.
6. Nadar desde la playa hasta el islote Rocky Cay
Una buena mañana (o tarde, quién sabe) estaba relajada en una de las playas de la isla y me pareció ver a lo lejos un islote. Me fijé mejor y creí intuir una cuerda que parecía conducir hasta ella para llegar a nado. Aunque solo se hace pie al inicio del trayecto, la cuerda está precisamente para eso: para agarrarte a ella mientras nadas en el caso de que te canses. Unos 15-20 minutos después llegas a Rocky Cay, un islote en el que puedes hacer esnórquel o tomarte algo en el chiringuito.
7. Disfrutar del ambiente isleño durante el recorrido
El viaje en carretera se disfruta mucho más en un carrito de golf, pues tienes la oportunidad de admirar cómo el Mar de los Siete Colores va mostrando todas sus tonalidades a medida que avanzas. Pero también es la mejor forma de explorar las pequeñas poblaciones isleñas de casas coloridas, conocer otras playas más locales y ver extensiones infinitas de palmeras.
