Qué hacer y no hacer en Hanói, capital de Vietnam
Mi llegada a Hanói fue algo tensa a causa del tifón Yagi (puedes leer la historia completa aquí). Los días previos al vuelo estuvieron llenos de incertidumbre, pues acababa de pasar el tifón y Hanói fue uno de los lugares más perjudicados. Pero aterricé sana y salva en una ciudad en la que, aparte de unos cuantos árboles caídos y arrancados de cuajo, no parecía que hubiera pasado una fuerte tormenta hace escasos días. En su lugar, me recibió un bochorno, un calor húmedo como pocos recuerdo, que me reveló lo primero que no hacer en Hanói: ponerte rímel.
Mi abanico enseguida se convirtió en un imprescindible en la capital de Vietnam, punto de partida de un viaje de 3 meses. Me llevaba acompañando desde Uzbekistán (2019) y ha resistido hasta hace poco. Es un campeón.
El punto de partida para visitar Hanói es, con frecuencia, el lago Hoan Kiem, ubicado estratégicamente a las puertas del casco antiguo (old quarter) y del barrio francés. Las inmediaciones del lago (especialmente el este y el sur) son estupendas opciones para alojarse por su localización céntrica. Al norte del lago Hoan Kiem se halla el caótico casco antiguo, repleto de restaurantes, tiendas y hoteles, pero quizás es demasiado ruidoso para una estancia placentera.
Una vez fijado el centro de operaciones, podemos entrar de lleno a hablar acerca de lo que hacer en Hanói (¡y no hacer!).
Qué hacer en Hanói: top 10
Desde visitas que me han gustado hasta platos que tienes que probar. Todo viaje es subjetivo y seguro que me dejo muchas cosas en el tintero, pero esta es mi experiencia.
Pasear por el Lago Hoan Kiem
El lago Hoan Kiem aporta una bocanada de aire fresco cuando necesitas huir del caos que puede llegar a ser el centro. En el lago, se alza la icónica torre de la tortuga. Además, en las primeras horas del día y de la noche (cuando no hace tanto calor en los meses más cálidos) es habitual ver a gente haciendo deporte, baile, jugando, etc.
Sumergirte en las calles del old quarter
El old quarter de Hanói es un entramado de callejuelas repletas de tiendas y restaurantes en las que el jaleo de las motos apenas te dejará concentrarte. Muchas calles están ordenadas por tipología: por ejemplo, la calle para comprar ropa North Face, la calle de las bolsas de papel, la calle del menaje de cocina, etc. Sumérgete sin rumbo (o con Google Maps) y llegarás a puntos de interés como la calle de la cerveza (muy animada por la noche) o el mercado cubierto Dong Xuan, el más grande de Hanói y donde comprar souvenirs, ropa, comer, etc.
Sentarte a ver pasar el tren en la Calle del Tren
En el old quarter, la calle del tren es una de las cosas que más me gusta de Hanói. Se trata de una calle construida en el entorno de la vía del tren que cada vez que pasa se convierte en todo un acontecimiento. Conscientes de la emoción que causa en los turistas, los locales han construido un montón de bares pintorescos para que te tomes un zumo o una cerveza mientras observas cómo transita el tren a escasos centímetros de ti. Son varios los trenes que pasan por aquí y, por tanto, varias las oportunidades de asistir a su encuentro. ¡Me encantó!
Merodear por el barrio francés
El barrio francés es similar al old quarter, pero me pareció algo menos caótico y, por ende, se puede pasear mejor y con menos temor a que te atropelle una moto. En esta zona hay varios puntos de interés, como la Catedral de San José, católica, y que se conoce como la Pequeña Notre Dame, o la prisión Hoa Lo, construida por los franceses para encerrar a quienes estuvieran en contra del dominio colonial.
Acercarte al Mausoleo de Ho Chi Minh
Ho Chi Minh es básicamente Dios en Vietnam, pues fue el artífice de la independencia del país frente a Francia. Tal es su veneración que a la segunda ciudad más importante de Vietnam le cambiaron el nombre (Saigón) por Ho Chi Minh. Por eso, merece la pena acercarse al mausoleo donde puedes verlo embalsamado (solo permiten el paso a ciertas horas del día, así que permanece atento). Y ya que estás ahí, aprovecha para inspeccionar todo el recinto. No te pierdas, por ejemplo, la Pagoda del Pilar Único.
Conocer la Pagoda de Tran Quoc
Para conocer esta pagoda, debes desplazarte hasta otro de los lagos más populares de Hanói, el lago Ho Tay. Se trata de una de las zonas preferidas por los expatriados para vivir por su oferta gastronómica y de ocio. Pues bien, podría decir que esta es la pagoda más bonita de Hanói y que queda divina en las fotos. Lo mejor es que, como está alejada del centro, no hay demasiados turistas.
Visitar el Templo de la Literatura y la Ciudad Imperial de Thang Long
Estos dos lugares están relativamente próximos el uno del otro, por lo que puedes combinarlos en la misma visita. El Templo de la Literatura nos recibe con bonitos patios, jardines y estanques y se considera la primera Universidad de Vietnam. También muy interesante y pintoresca es la Ciudadela de Thang Long, declarada Patrimonio Mundial de la Unesco y residencia de la realeza durante varios siglos. Justo al lado está el Museo de la Historia Militar de Vietnam, al que me quedé con ganas de ir.
Ver los restos de un bombardero
¡Y otro lago más! Esta vez, bastante más complicado de encontrar, pues prácticamente no hay referencias en los mapas. En el año 1972, durante la Guerra de Vietnam, un bombardero B-52 fue derribado y cayó en el lago Huu Tiep, en un pequeño vecindario de Hanói. Hoy en día, los restos continúan en ese mismo lugar.
Comer Bun Cha
¡El bun cha es mi plato favorito de la gastronomía vietnamita! Aunque su descripción no me convenció en su momento, su sabor es ¡mmmm! Se trata de una sopa con trozos de manzana, ajo, noodles y deliciosa carne a la parrilla que ir combinando con todo lo anterior y con algunas verduras. La cocina vietnamita es muy regional y, de hecho, el bun cha es originario de Hanói, ¡así que qué mejor lugar para probarlo! Por experiencia propia, es posible que en otras ciudades de Vietnam te cueste encontrarlo. Te recomiendo un lugar: Bun Cha 74, Hang Quạt. Este pequeño restaurante escondido en un callejón es de lo más cutre, pero no he probado un bun cha igual.
Probar el café de huevo
En la lista de cafés geniales de Vietnam, ocupa un lugar destacado el café de huevo. Se trata del café más icónico del país y, de hecho, oriundo de Hanói, aunque es fácil encontrarlo en otras partes de Vietnam. Este café es cremoso y se prepara con yema de huevo, leche y azúcar, de ahí su dulzor. Ay, lo que voy a echar de menos los cafés en Vietnam…
Qué no hacer en Hanói: ¡cuidado!
Algunos tips de cosas a evitar. Todos ellos experimentados en primera persona, jaja.
Caminar como Pedro por su casa
En Hanói, nada de creerse que todo el monte es orégano ni pasear como Pedro por su casa. Y me dejo de refranes para advertir: ¡Hanói es el caos más profundo en lo que respecta al tráfico! No he visto cosa igual. Decenas de motos llenan las carreteras de la ciudad continuamente, en la que el paso de peatones y, la mayoría de veces, los semáforos están de adorno. Entonces, no queda otra que encomendarse a los dioses. Cruzarás y ninguna moto hará el amago de parar, pero sí te esquivarán. Dicen las malas lenguas que el secreto para cruzar sin ningún percance es confiar en los conductores. Pues genial.
Coger taxis en la calle
En Vietnam, la manera de coger un taxi es a través de la aplicación Grab. En ella puedes pedir un coche o bien una moto y los precios son muy económicos. Si coges un taxi en la calle, es bastante probable que el taxímetro esté amañado y el viaje te salga por un ojo de la cara. Palabrita.
Asustarte del hielo en las bebidas
Los turistas con estómago sensible solemos tener un mantra cada vez que visitamos países exóticos: hielo no. ¡Pero es que en Vietnam el hielo es fundamental en las bebidas! De hecho, muchas veces te quedarás sin probar un café, un té o incluso una cerveza (siempre están calientes) si reniegas del hielo. Entiendo tu preocupación, pero los vietnamitas echan kilos y kilos de hielo en cada bebida y jamás he tenido un problema. ¿Cómo tomar un maravilloso café de coco si no es con hielo? Imposible.
Intentar entrar en un templo sin ir bien vestido
En los templos, está terminantemente prohibido entrar con pantalones cortos y los hombros al descubierto. En la mayoría de ellos, no hay zona de “préstamo” de fulares, así que te quedarás sin entrar si no llevas estas zonas del cuerpo bien tapadas. En Vietnam en general son muy estrictos con este asunto.
Comprar fruta en el lago Hoan Kiem
Empezarás diciendo que solo quieres “un par de…”, te llenarán la bolsa y te cobrarán bastante más de lo que vale. En un minuto, tienes una bolsa en la mano con un montón de fruta que ni de coña vas a terminar y algunos euros menos en tu bolsillo. No es la ruina máxima, pero da rabia.