En la entrada anterior hablaba de mi viaje a Estambul en San Valentín 2015, centrándome más que nada en proporcionar información de utilidad para ti que eres viajero y que estás leyendo mi blog 🙂 En esta ocasión, voy a hablar sobre comida que probar en Turquía.
Comienzo por un mega-descubrimiento: el Puente del Gálata. Y es que no solo se trata de una infraestructura que une Eminönü con el barrio de Beyoglu, ni de un lugar desde el que tomar maravillosas imágenes de las mezquitas sobre el Bósforo, sino que, además, está repleto de bares. Puedes cenar ahí, fumar narguile o simplemente tomar té turco; seguro que será un acierto.
Otro aspecto que me encantó fue la inmensidad de puestos callejeros que, entre otras cosas, vendían zumos recién hechos de naranja, granada o pomelo a solo 2 L (menos de 1 euro), sobre todo en la zona de Sirkeci, donde me alojé yo. No había día que no me parara en uno de ellos a tomarme uno. En serio, en España debería haber opciones así y no que el zumo de naranja natural casi es considerado un lujo en los bares, a juzgar por su precio.
Además de puestos de zumo natural, encontrarás mil que venden «simit», un pan circular con semillas de sésamo que te sirven o bien untado de quesito o de Nutella.
Hay muchos más alimentos típicos de Turquía pero yo os voy a contar lo que probé. Se me hace la boca agua con solo recordarlo.
– «Pide»
Una especie de pizza turca con forma de barca (por decir algo) y que está cubierta con carne picada, queso o lo que le quieras echar. ¡Esa fue mi comida de San Valentín!
Un delicioso «pide». ¿A que tiene buena pinta? |
– «Dürüm»
Aunque en España estemos hartos de comerlo, por supuesto hay que probar los que hacen aquí. Más que nada porque no te quedará otra dados los cientos de puestos que se agolpan en la calle, con esos trozos de carne expuestos, el delicioso olor y a esos precios! Tengo que decir que no saben igual, así que ánimo y al dürüm.
– «Kahvalti» (desayuno turco)
En Estambul, la comida me maravilló y podría haberme alimentado así meses y meses pero lo que no me entusiasmó demasiado (excepto el primer día, por aquello de la novedad) fue el desayuno típico turco. Tomates, aceitunas, pepino, queso blanco, huevo duro y una especie de mortadela (no de cerdo, claro) son los ingredientes principales.
– «Lahmacun»
Otro de los conocidos, Masa de pizza muy fina con carne picada y especias.
¡Al rico lahmacun! |
– «Gözleme»
Buenísimo. Se trata de una especie de tortita rellena a gusto del consumidor. Pídelo con queso. Mmmmm
Gözleme y té: gran combinación |
– «Manti»
Mi descubrimiento del último día en Estambul. Riquísimo plato de dumplings (una especie de masa rellena de carne) con salsa de yogur y ajo. Algo curioso sobre los manti, es la manera en la que se preparan. En los restaurantes más tradicionales es común ver junto a la entrada a una mujer sentada en el suelo y cubierta de harina elaborándolos uno por uno sobre una alfombra. Por supuesto, este espacio se sitúa cerca del escaparate del local, de modo que los turistas se sientan atraídos por esta labor rudimentaria.
Un plato de manti |
– «Künefe»
La madre de todos los postres. Si eres amante del queso, no puedes irte de Turquía sin probarlo. Se trata de una vasija redondeada que contiene un tipo de queso derretido (parecido, en textura, al provolone horneado) con azúcar gratinado por encima.
Künefe, rico postre turco |