El lago Issyk-Kul significa “lago caliente” (no sé de dónde sacarían eso) y se trata del lago más grande de Kirguistán (180 km de longitud). Pero no solo eso porque también es el segundo lago alpino más grande del mundo, solo por detrás del lago latinoamericano Titicaca. Soy afortunada de haber conocido los dos.
No tiene ningún sentido visitar esta pequeña república de Asia Central y no acercarse al lago Issyk-Kul. Ninguno. No importa que no sea temporada de bañarse porque el paisaje compensa con creces. Además, está a solo un paseíto en marshrutka de Bishkek, la capital. ¿Recuerdas qué era una marshrutka? No hablaba de estos autobuses destartalados desde los primeros posts de Georgia. La herencia rusa llega hasta aquí porque efectivamente Kirguistán perteneció a la Unión Soviética. Es más, casi me estalla la cabeza al llegar y ver que los kirguises son de rostro oriental, pero hablan ruso y profesan la religión musulmana. Sin duda, este país es genial ¡para liberarse de estereotipos!
Pero vayamos a lo que nos interesa: el lago Issyk-Kul. La orilla norte es mucho más turística que la sur, que es mucho más auténtica. Esto lo digo teniendo en cuenta que el turismo en Kirguistán es casi mínimo. Vienen muchos rusos y kazajos, eso sí. Y yo. Pero ya.
Desde Bishkek, decidí comenzar por la orilla norte. Tras mucho pensar qué lugares visitar, arranqué en Cholpon-Ata, por varias razones.
El Benidorm de Kirguistán
Cholpon-Ata podría considerarse, salvando las distancias siempre, el Benidorm de Kirguistán. No obstante, yo llegué fuera de temporada y no había ni perri. La temporada estival dura exactamente dos meses (julio y agosto). En verano puedes bañarte en el lago como si estuvieras en la playa y disfrutar de un calorcito rico. Pero en septiembre, de repente, un día te levantas y es invierno. Eso fue lo que me pasó a mí.
En Cholpon-Ata me encontré con tumbonas, sombrillas, hidropedales oxidados, etc., de la temporada que acababa de terminar hace solo unos días. El lago (que bien podría parecer un mar porque es inmenso y no ves la otra orilla) tenía una pinta buenísima. Todos los días me acercaba a él mirándolo y preguntándome si esos rayos de sol serían suficientes para entrar en calor una vez saliera del agua. Pues no, no lo eran, pero al final me bañé porque, en serio, era una maravilla de sitio.
Haciendo amigos en el lago Issyk-Kul
En septiembre, Cholpon-Ata es un pueblo casi deshabitado. Por doquier veías apartamentos y hoteles turísticos, pero vacíos. Creo que mi cara europea tenía que dar el cante bien por esos lares. En mi hotel, estaba yo sola, pero a eso estoy ya acostumbrada porque siempre acabo en destinos en los que no hay nadie. Y claro, allí, el inglés ni olerlo. El primer día hice un amigo kirguís que solo hablaba ruso y me sorprendí a mí misma de poder entablar amistad con mi ruso de niña de 2 años. Lo curioso es que no fue el único.
Una noche, salía a cenar al restaurante más pijo del pueblo y, probablemente, el único abierto a esas horas. Me topé con un par de señores borrachos que me invitaron a ir a una barbacoa que estaban haciendo en la casa de al lado. No pude negarme o no me dejaron negarme, no recuerdo bien. Allí estaban con sus esposas, bebiendo vodka o a saber qué y tocando la guitarra. Estas son las grandezas de viajar sola, que sales a cenar y acabas en una fiesta kirguisa con señores de mediana edad desfasados. Y otro día tenía antojo de pescado y acabé haciéndome amiga del hijo de la cocinera del bar. Este chico vendía pescados ahumados en la calle que tenían una pinta buenísima, pero ¿dónde iba yo con un bicho así? Y todas estas cosas en 3 días que estuve en ese pueblín.
Petroglifos, Juegos Olímpicos Nómadas y un museo al aire libre
Cholpon-Ata es un lugar famoso por un par de cosas. La primera porque alberga un campo de petroglifos (grabados en la roca) del siglo VIII aC al V dC. La segunda porque aquí se encuentra la sede de los Juegos Olímpicos Nómadas que se celebran cada 2 años desde 2014.
Desafortunadamente, mi visita no coincidió con su celebración, pero leí algo sobre ellos y eran una locura. Por ejemplo, uno de los juegos consistía en una especie de polo, pero en vez de con una pelota, con la cabeza de una cabra. Y todo así. La sede estaba cerrada a cal y canto y me dio rabia darme el paseo de una hora caminando por la carretera para nada. Encontré a un guardia de seguridad y exploté mi nacionalidad como pude. Por esos rincones del mundo, ser española es ser casi Shakira, así que al final me hicieron una visita privada por las instalaciones.
Otro lugar curioso de Cholpon-Ata es Rukh Ordo, un centro cultural al aire libre dedicado a las cinco religiones principales del mundo. Además de recrear los templos de cada religión, aquí vi pinturas de montañas flipantes que ahora quiero tener en mi salón.
Pero, sin duda, lo más guay de Cholpon-Ata fueron las vistas del lago. Y es que el lago Issyk-Kul es especial. Eso lo descubres desde el mismo momento en el que la marshrutka se ha alejado lo suficiente de Bishkek y empiezas a divisar el agua rodeada de montañas nevadas.