Reino Unido

Porthmadog Pronto se van a cumplir cuatro años desde que decidí iniciar una nueva aventura, la más larga hasta el momento. En 2010, casi recién licenciada y con pocas perspectivas de futuro, opté por la alternativa que me parecía más inteligente: aprender inglés. Para ello, contacté con una agencia de confianza y me embarqué junto a una amiga hacia un pequeño pueblo del norte de Gales: Pwllheli.  Nos enfrentábamos a ocho meses de convivencia con galeses, ingleses, polacos y otras

Uno de los viajes que recuerdo con más cariño fue en 2005, a Edimburgo. Era la primera vez que salía de España oficialmente y lo hacía para mejorar mi inglés. Por delante tenía todo julio y agosto, meses en los que trabajaría de housekeeper, es decir, de chica de servicio de habitaciones. Los primeros días fueron magníficos, todo era nuevo y curioso y mis acompañantes y yo no podíamos estar más encantadas. Hasta nuestro trabajo nos gustaba. El problema fue,

Hoy me apetece hablar de Edimburgo, que visité en 2005 y que supuso mi primer viaje al extranjero. No solo era la primera vez que salía de España, sino la primera vez que iba a trabajar. Por delante teníamos todo julio y agosto, meses en los que íbamos a desempeñar tareas de housekeeper. Mi inglés en esa época era «nivel de instituto», nefasto, y eso que yo había sido durante los dos años de Bachillerato la mejor de la clase

Hay que coger aire antes de pronunciar el nombre Hoy os traigo una curiosidad. Y es que quizás en el País de Gales se encuentre el lugar con el nombre más largo del mundo. Se trata de una pequeña localidad con una denominación tan extensa como impronunciable: Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch. Traducido del galés al español, según la Wikipedia, significa: La iglesia de Santa María en el hueco del avellano blanco, cerca de un torbellino rápido y la iglesia de San Tisilo, cerca de la

Durante mi estancia en Gales en 2010 cada vez que tenía día libre (que venía a ser uno por semana) intentaba ir a conocer los pueblos del área. Beddgelert es uno de los más bellos que visitaría. Beddgelert Enclavado en el Parque Nacional de Snowdonia, en el cual se halla el Snowdon, la montaña más alta del País de Gales, es una villa sobre todo conocida por la leyenda de Gelert. Este era un perro (de ahí que uno de

Llevo un tiempo queriendo escribir esta entrada porque aparte de que el País de Gales es un completo desconocido, viví ahí cerca de dos años. Por razones laborales, el destino hizo que acabase en un pueblecito llamado Pwllheli (pronunciado algo así como «pujeli»), ubicado en el condado de Gwynedd, en el norte de Gales. El norte de Gales y prácticamente todo el país se compone de pequeñas poblaciones enmarcadas en el verdor de los campos y las apacibles ovejas. Incluso

  Ya he escuchado varias veces que York es probablemente la ciudad más bonita de Inglaterra. Y digo de Inglaterra, que no de Reino Unido, porque Edimburgo, en Escocia, quizás se lleve ese primer puesto.   Callejuelas de York York se encuentra en el norte de Inglaterra. Yo que me encuentro en Manchester, tardé dos horas escasas en tren. Desde la estación, y después de pasar la Noria, hay que cruzar necesariamente un puente (Lendai Bridge) para adentrarse en el

Sí, lo sé, no es un título muy comercial y de hecho quien lea este artículo pensará (si es que lo lee alguien): Andrea, ¿te has quedado sin temas de los que hablar? Un miércoles cualquiera en Salford, Manchester De todas formas a mí me parece un asunto curioso. El caso es que hace un mes me mudé a Salford, un barrio cercano al centro de Manchester. Vivo en una urbanización de casitas y cada una de estas tiene cuatro

Al poco tiempo de llegar a Manchester me salió mi primer trabajo en la ciudad: en un restaurante «mediterráneo» especialista en tapas y cocina fusión de platos árabes, franceses o italianos. Estuve solo un mes trabajando (es una larga historia) y gracias a esta experiencia aprendí lo quisquillosos que son allí a la hora de pedir un filete en Inglaterra. Ni de lejos es como en España, que te pides en un restaurante un solomillo y o bien lo quieres

Mal tiempo no es que llueva a cántaros y a traición. Mal tiempo no es que haga un viento que más bien debiera llamarse huracán. Mal tiempo no es que granice con fuerza hasta que pique. Mal tiempo, queridos lectores, es que se den todos estos fenómenos a la vez. Es esto, pues, lo que sucede en Manchester. Todos hemos vivido alguna vez esa situación en la que vas paseando por la calle y de repente te cae un chaparrón