Hace poco más de una semana por fin tuve la oportunidad de visitar la estación de metro Chamberí, que dejó de funcionar a finales de los años 60.
Nunca me había fijado, pero si vas en metro, entre las estaciones de Iglesia y Bilbao, es posible observarla y comprobar cómo el tiempo no ha pasado por ella.
Resulta una visita muy interesante, pues verdaderamente te transporta cincuenta años atrás. Además, uno de sus mayores atractivos es que aún conserva los carteles publicitarios de la época, que son maravillosos.
La estación de Chamberí fue construida en el año 1919. En los años 60, debido al incremento del número de viajeros, se pusieron en marcha trenes con más vagones y, dado que la esta estación se encontraba en curva y no era posible su ampliación para adaptarla a estos nuevos requerimientos, decidieron cerrarla en 1966.
Además, por su proximidad a las estaciones de Iglesia y Bilbao tampoco era, parece ser, muy necesaria.
Así, durante tu visita, que, por cierto, es gratuita, tendrás la oportunidad de ver la antigua taquilla donde se compraban los billetes, los tornos de la época, los pasillos…
Acércate a la plaza de Chamberí. Merece la pena. En este enlace puedes ampliar información.