¿Cuánto cuesta hacer un safari en Tanzania? Respuestas a las dudas más frecuentes

Elefantes en el Serengeti

Hacer un safari en Tanzania no es nada barato como tampoco lo es viajar por el país. Los precios están inflados si eres mzungu (turista blanco) y de eso te vas a dar cuenta en cuanto te bajes del jeep el primer día de safari para comprar unas Pringles (porque no hay otras patatas) y unas cervezas en una tiendita del camino. Ahí es cuando te preguntarás: ¿dónde me he metido? ¿Pues no se supone que el Tercer Mundo es baratísimo? En teoría sí, pero esto no aplica a Tanzania y, según dicen las malas lenguas, a África en general. Pero vamos a lo que vamos: exactamente, ¿cuánto cuesta hacer un safari en Tanzania?

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Cuál es el mejor safari en Tanzania: ¿norte, sur, oeste…?

La primera decisión al elegir safari es ¿cuál hacer? El más popular, obviamente es el del Parque Nacional del Serengeti, el más famoso de todo el continente africano. En función del número de días, lo normal es combinarlo con otros parques cercanos como el Parque Nacional de Tarangire y el cráter del Ngorongoro (que me costó lo mío pronunciarlo), ambos muy top. En este caso, nos estaríamos refiriendo a un safari del norte.

Pero Tanzania es una fiesta loca en cuanto a parques nacionales, así que hay más opciones. El anterior puede llegar a estar muy congestionado en julio y agosto, por lo que si prefieres uno libre de multitudes, entonces, una alternativa puede ser hacer el safari del sur. En este caso, entrarían en juego parques como el Parque Nacional de Mikumi o el Parque Nacional de Ruaha, de hecho, el más grande de Tanzania. Aunque menos famosos, en estos también tienes amplias posibilidades de divisar los big five (elefante, león, búfalo, leopardo y rinoceronte).

Finalmente, queda la opción de hacer el safari del oeste. Primero, está el Parque Nacional de Katavi, bastante más inaccesible que los anteriores y, por ende, menos visitado. Segundo, está el Parque Nacional de Mahale, a orillas del lago Tanganica, ideal para el avistamiento de chimpancés.

Me quedo con el Serengeti: ¿cuántos días y cómo se duerme?

Con la primera GRAN decisión tomada, llega una segunda y no menos importante decisión. El Parque Nacional del Serengeti es un must, pero ya que estás en Tanzania y te has gastado una pasta en el vuelo, ¿ya qué? ¡A tirar la casa por la ventana! Para mí el Serengeti es lo máximo, el mejor de los 7 parques nacionales que he visitado en el país, pero nunca está de más combinarlo con otros próximos. Entonces, lo habitual es hacer hacer un safari de 3 o 4 noches. También hay quienes se vienen arriba y optan por las 7 noches, pero no es una opción apta para todos los bolsillos. Yo hice 5 días 4 noches e incluía:

  • Parque Nacional del Serengeti
  • Parque Nacional de Tarangire
  • Parque Nacional del Lago Manyara
  • Cráter del Ngorongoro

La tercera gran decisión responde a la pregunta de: ¿cómo se duerme? Todas las agencias te van a dar tres opciones: budgetmedium range y luxury. Para viajeros con bajo presupuesto, está la opción de dormir en tiendas de campaña, lo que va a reducir considerablemente el coste del safari. La siguiente alternativa es dormir en una cabañita humilde o bien en una tienda de campaña pero en una cama. Por último, el safari luxury, pues te puedes imaginar. En medio de la sabana puedes encontrarte cabañas muy guays, pero supercaras. Por ejemplo, las que ofrece el Hotel Four Seasons. Este hotel tiene incluso un tipo de jeep diferente al resto que ofrece una experiencia más inmersiva durante el safari porque no tiene puertas, vas sentado totalmente expuesto al ataque de un león y los asientos están como escalonados.

La gran migración de ñús en el Serengeti

Ahora sí, ¿cuánto cuesta hacer un safari en Tanzania?

Si buscas la opción más barata y no te importa dormir en una tienda de campaña, entonces, es posible hacer un safari 5 días 4 noches por 800- 900 €. Ya me he acostumbrado a visualizar esa cifra y me parece hasta normal, pero es cierto que al principio me resistía a creer que hacer un safari en Tanzania fuera tan terriblemente caro. Por eso, es un viaje de luna de miel tan típico porque es tanta la pasta que te vas a dejar que no es para hacerlo si no tienes un motivo especial. Incluso el coste puede reducirse un poco más si no te importa compartir jeep con otras personas (el jeep normalmente es para seis personas más el guía y el conductor).

Nosotros optamos por la segunda alternativa, por el medium range. Nos costó 1.100 € y siempre dormimos en camas. Las dos primeras noches dormimos en una tienda de campaña grande privada con camas en el interior. En lo que respecta a las dos últimas noches, dormimos en una habitación que parecía de hotel en pleno Serengeti con todas las comodidades, agua caliente, sábanas limpias y paredes, lo que se agradece. Algo que nos flipó de nuestro tour fue que llevábamos chef privado y el tío era un crack, se lo curró un montón. ¡No había comida que no nos gustara! Hablando con otros turistas de su experiencia, nos contaban que siempre comían de caja, pero nosotros siempre íbamos con ollas gigantes de comida recién hecha. ¡Un 10 para el chef!

Para lo que obtuvimos (en el mes de junio, aún no había empezado la temporada alta), el precio fue inmejorable. Por lo mismo, había agencias que nos pedían 1.600 € o incluso más. Toca buscar bien y no quedarte con el primer precio porque muchas compañías se aprovechan de que hay cierto desconocimiento en cuanto a las tarifas.

Ahora que ya sabes cuánto cuesta hacer un safari en Tanzania, ni que decir tiene que en ese precio entra todo: entrada a los parques, todas las comidas, el alojamiento, el agua… Eso sí, lo que no incluye son las propinas que son algo así como “obligatorias”. Aproximadamente deben ser de unos 15 € por día.

Por si te interesa, nosotros lo hicimos con Tour with Kunta, un tanzano muy majo que está casado con una chica española.

Jirafa en el Serengeti

Cómo es el día a día en el safari

Hacer un safari es emocionante, no hay duda. Aunque es inevitable preguntarse si quizás se hará algo aburrido porque básicamente te pasas el día entero en el jeep en busca de animales. Lo bueno es que cada parque tiene un paisaje diferente, por lo que no se hace en absoluto pesado. ¡Al contrario! Yo me quedé con ganas de más. Me pareció superemocionante desde el primer día al último. Es cierto que hay animales que cada vez te hacen menos ilusión porque hay miles, como las cebras o los ñús, pero por ejemplo nunca me cansé de ver jirafas o elefantes. Así fue nuestra experiencia en cada parque.

1. Parque Nacional de Tarangire

Normalmente los safaris arrancan desde Arusha, de ahí que el primer parque que se visite suela ser el de Tarangire por su cercanía a esta ciudad. El Parque Nacional de Tarangire ofrece un paisaje de baobabs de lo más idílico, pero además como este será tu primer contacto con los animales, seguro que te sorprende todo. Recuerdo ver un montón de cebras, antílopes y ñús nada más entrar y quedarnos un buen rato parados contemplándolas y entusiasmados echando mil fotos. El último día del safari ya pasábamos de cebras 😉 También vimos algunos elefantes bastante cerca y un par de leones, aunque lejos.

Ñús en el Tarangire

2. Parque Nacional de Lago Manyara

Dado que nuestro alojamiento estaba justo en el Lago Manyara, este parque ocupó nuestro segundo día. El Lago Manyara puede que sea el “más flojo” de todo el recorrido. Sin embargo, nosotros tuvimos mucha suerte. En cuanto a paisajes, sin duda, es el más normal, pero aquí pudimos ver a un ejército de babuinos que rodearon nuestro jeep y fue muy emocionante. También tuvimos una manada de elefantes a un paso de nuestro jeep y pudimos ver cómo cruzaban justo enfrente de nosotros. Observamos algunas jirafas a lo lejos y búfalos bebiendo en el lago. Pero lo más guay fue ver a una leona paseándose delante de nuestras narices. Bueno, no paseándose, marchándose porque le habíamos jodido la siesta. 😥

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3. Cráter de Ngorongoro

El cráter de Ngorongoro es el más grande del mundo y está situado entre una decena de volcanes. Este lugar llama la atención por sus tonalidades pastel, pero también por la alta concentración de animales. Por fin pudimos ver de cerca a los búfalos y a algún que otro león, pero descansando. No obstante, la mayoría de los animales forman parte del paisaje, es decir, están lejos. En la laguna hay flamencos rosas, lo que agrega colorido al paisaje. Supuestamente el cráter de Ngorongoro es el mejor lugar para el avistamiento de rinocerontes (el único de los big five que nos quedó por ver), pero no tuvimos suerte.

Cebras en el cráter del Ngorongoro

4. Parque Nacional de Serengeti

El Parque Nacional de Serengeti es la joya de la corona. Algo tiene que lo hace destacar del resto de lugares. No sé si serán sus majestuosas acacias, que añaden mucha autenticidad al entorno, o los atardeceres mágicos con las siluetas de los elefantes y las jirafas. En el Serengeti por fin pudimos ver las jirafas muy muy cerca, tan estiradas y con ese andar tan característico. Los elefantes en esta llanura sin fin se veían incluso más espectaculares. Y, por supuesto, fuimos afortunados de ver a un par de leones a escasos metros de nuestro jeep. Había alguna que otra hiena, aunque sobre todo las escuchábamos en la noche desde nuestra cabaña. También hipopótamos.

Y asistimos a una maravilla de la naturaleza: la gran migración de ñús. Durante la temporada seca, en el mes de junio, cientos de ñús se desplazan hasta otras zonas en busca de pastos frescos y más verdes. Durante la travesía, muchos mueren al cruzar el río Mara, ya sea ahogados o devorados por los cocodrilos.

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Al final, los animales están en libertad, por lo que cada experiencia es diferente. Puede que ya en el Tarangire veas jirafas muy de cerca o leones y que en el Ngorongoro tengas la suerte de avistar rinocerontes. Lo que sí me pareció genial fue el orden de visita de los parques nacionales, pues cada uno iba superando al anterior.

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