Ya mismo se cumplen cuatro años desde que hice uno de mis GRANDES viajes: a Rusia. Estaba a punto de terminar la carrera y, como es tradición, tocaba decidir un destino. Mi clase se iba posicionando: la mitad a Cuba, la otra mitad a Punta Cana. No digo que no sean lugares atractivos, pero yo quería algo diferente y lo visualicé: Rusia. Mientras mis compañeros de carrera se iban a tostarse al sol, nosotras volveríamos a sacar del armario la bufanda, el abrigo, los guantes y el gorro.
Mercadillo de Izmailovo, Moscú |
No fue fácil porque para ir a Rusia, aunque sea de vacaciones, necesitas un visado y los del Consulado en Madrid (calle Joaquín Costa nº33) no te lo ponen muy fácil. A punto de desistir estuvimos muchas veces, pero finalmente ¡lo conseguimos!
MOSCÚ
Nuestro primer destino fue Moscú y nunca olvidaré la emoción que sentí cuando giré la calle Nikolskaya y ahí estaba, en la Plaza Roja, la impresionante catedral que tantas veces había visto en imágenes: San Basilio. Creo que es una de las catedrales que más puede sorprender a alguien. Esa vistosidad y colorido son difíciles de igualar (la de San Petersburgo es comparable, pero esta me gusta mucho más).
Catedral de San Basilio, Moscú |
Tras la ilusión de los primeros momentos, tocaba contemplar los edificios colindantes: el Kremlin, el Mausoleo de Lenin (que se recomienda visitar, para ver a Lenin y el enorme despliegue policial en torno a él) y el Gum (un centro comercial de lo más glamouroso que parece contradictorio que se sitúe ahí, en el epicentro del comunismo).
De Moscú, o de Rusia en general, sobre todo me encantaron las cúpulas de las cientos de iglesias ortodoxas que pueden encontrarse en el recorrido por la ciudad. Creo que no hay ninguna que me pareciera fea y si mi cámara hablase me diría: «Andrea, eres un tostón, ¿piensas fotografiar todas las cúpulas?».
Algo muy característico y de lo que los moscovitas se sienten muy orgullosos es de su metro. Es impresionante lo elegante que es. El de Madrid es uno de los mejores del mundo, pero no es para nada bonito. Sin embargo el de Moscú es precioso (¡y las escaleras mecánicas van super rápido!).
Vistas del Kremlin, Moscú |
Otra de las visitas imprescindibles es al gigantesco mercadillo Izmailovo. Y cuando digo gigantesco es que realmente lo es. Recuerdo que ese día nos hizo un día pésimo, de lluvia y, claro, es al aire libre. Creo que es prácticamente imposible verlo entero porque cuando quieres adentrarte en uno de los puestos de repente se abre un nuevo mundo de posibilidades y ya se te ha olvidado de donde venías.
Una de las experiencias que más me gustó fue viajar en un tren nocturno desde Moscú a San Petersburgo. Nunca había viajado antes en un coche-cama y era como un tren de las películas (o a lo mejor es que he salido poco y realmente todos son así). Teníamos nuestro propio compartimento y cuatro camas en literas (¡y hasta una mesa con un jarrón!).
Creo que de ahí vienen mis ganas de hacer el Transiberiano y viajar durante un mes de este modo.
Al fondo, Catedral de Sangre Derramada |
Pues bien, a la mañana siguiente llegamos a San Petersburgo. Uno de los primeros sitios que vimos fue la Catedral de San Pedro y San Pablo, situada a orillas del río Neva y desde la cual se podía ver el Palacio de Invierno, al que iríamos al día siguiente. Este se encuentra situado en la Plaza de Invierno, escenario del «Domingo Sangriento», fecha en la que una multitud de manifestantes se congregaron en esta para protestar contra el zar. Ya os podéis imaginar el desenlace.
Por supuesto, otro de los sitios imprescindibles es Sangre Derramada (prima hermana de San Basilio). También se recomienda acercarse a la Catedral de Kazan, situada en la Avenida Nevsky. Si no pasamos 300 veces por esta calle, no pasamos ninguna.
Un punto a favor de San Petersburgo son los numerosos canales que posee, lo que hace que su belleza se triplique. No obstante, comparada con Moscú, la vi «menos Rusia, más moderna y más europea».
Por ejemplo, San Petersburgo está como más abierta al turismo y, por ello, la gente entiende inglés, sin embargo en Moscú nos tuvimos que aprender las palabras clave en ruso porque era imposible la comunicación.
Rusia…¡volveré!
9 respuestas
Hola, Buenas días, escritor. Soy mujer de la India , en este momento estoy leyendo su artículo de viajes y turismo, y después de leer su artículo yo puedo decir que hay muy bien informaciones sobe viajes y turismo y también muy interesante. Es verdad que hay muchas informaciones sobre cultura de su país también. Yo personalmente quiero viajar a su país por ver y cercana de los lugares turístico. Realmente según de este blog su país es muy interesante. Cuando yo estaré en su país podemos dar información sobre viajes a India a usted
Gracias! A mí también me encantaría conocer su país:)
Me muero de ganas de visitar aquellas tierras frías. Se entiende que por la áspera actualidad sociopolítica del país (cuando no), hay uno que otro problemilla para ingresar. Excelente relato.
Gracias! Yo me muero de ganas de hacer el transiberiano:)
circuito Repúblicas Bálticas: la mejor experiencia con sabor a tradición soviética. Hacer este viaje supuso un gran cambio en mi manera de pensar.
Qué bien, Olivia. Rusia es estupendo. Sé que tengo que volver. Un saludo!
Rusia al igual que viajes a Tailandia han sido los destinos que mas me ha fascinado visitar desde que ando en mis planes por conocer el mundo. has sido experiencias flipantes, su gente su paisaje, su gastronomia, entre otras cosas. Se que son destinos totalmente distintos pero cumplen un solo fin que es el vivir el momento. El viaje abre y estimula la mente. Así se aprende mucho y más, porque logras entender lo diversos que somos en un mismo espacio: “el planeta tierra”
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De Moscú también me ha encantado la Plaza Roja, me mola la impresionante catedral de San Basilio. Los Chavales han disfrutao el viaje. Cuando viajo pienso en disfrute, seguridad y Ofertas de Vuelo