En Semana Santa de 2013 me apetecía hacer un viaje que cumpliera dos requisitos: que fuera lowcost y peculiar. Enseguida pensé en viajar a Bucarest, la capital de Rumanía, una ciudad no muy turística, barata y de Europa del Este, es decir, un destino bastante alejado de las típicas rutas turísticas europeas: París-Londres-Roma.
Cuando me disponía a buscar información sobre el lugar, me topé con algunos datos que no me hicieron gracia: en Bucarest hay alrededor de 40.000 perros callejeros, un gran problema que, incluso, puede afectar a la seguridad del viandante por la agresividad que estos animales pueden mostrar. ¿El motivo? Durante el mandato de Ceaucescu, el dictador mandó derribar multitud de casas para, en su lugar, construir pisos. Esto propició que las familias abandonaran a los perros a su suerte.
Pues bien, este hecho me asustaba un poco aunque tras mi paso por Bucarest solo puedo decir que, a mi parecer, se trata de una leyenda urbana que haya tantos perros vagabundeando, pues yo pude ver apenas 6 o 7 en los días que estuve y, lejos de producir miedo, me daban más pena por las condiciones de abandono en que se encuentran.
¿Dónde está el centro de Bucarest?
Una de los principales obstáculos para mí a la hora de buscar alojamiento es interceptar el centro de las ciudades, ya que lo ideal es alojarse cerca. En Bucarest el centro es la plaza Unirii, aunque en general las inmediaciones de la plaza de la Revolución o el espacio entre Calea Victoriei (la avenida «pija» de la ciudad) y Boulevardul Dacia son buenas opciones.
¿Cómo llegar del aeropuerto al centro de Bucarest?
Desde el aeropuerto de Bucarest (Otopeni) hay varias posibilidades para ir al centro. Una es coger un autobús (el 783) que te deja en la estación de tren Gara de Nord y desde ahí puedes coger el metro. Yo, como llegué a horas intempestivas, no tuve más remedio que coger un taxi.
Los taxistas en Bucarest son, en ocasiones, un poco timadores y te ves obligada a regatear. Como tengo experiencia en estos lares no me importó mucho. Las guías advierten que una carrera no debiera superar los 60 Lei (1 euro= 4,40 Lei). No obstante, en la práctica es muuucho menos. Si acceden a poner el cuenta-kilómetros (la tarifa de los taxis «buenos» es de 1,39 Lei/km) llegar al aeropuerto desde el centro no suele superar los 30 Lei, por lo que ¡¡regatear con cabeza!!
¿Qué visitar en Bucarest?
Sin duda alguna el mayor reclamo de la ciudad es el Parlamento (construido bajo las órdenes de Ceaucescu). Como curiosidad hay que mencionar que es el segundo edificio más grande del mundo, solo por detrás del Pentágono de Estados Unidos. Según mi guía, (estos libros son inseparables de mí en cualquier viaje) para construirlo hizo falta derribar más de 7.000 viviendas, además de iglesias, etc.
Pasear por Calea Victoriei en dirección centro significará toparte con sitios como la plaza de la Revolución, donde se encuentra el edificio del Senado, desde cuyo balcón Ceaucescu daba sus discursos; la iglesia Biserica Cretulescu; el Ateneo Rumano; o el edificio de la Caja de Ahorros.
De interés es, asimismo, el área de Curtea Veche (Corte Vieja), en la que a día de hoy quedan algunas ruinas, además de una iglesia y otros espacios cuya visita es recomendable como la Posada Manuc (Hanul Iui Manuc). Lo mejor es pasear por las callejuelas de la zona. Si hace buen tiempo, podrás comprobar la cantidad de terracitas a tu alcance para tomarte una cerveza al sol.
Tirando hacia el norte de la ciudad, exactamente en el metro Aviatorilor hay algunos lugares curiosos. Por una parte, el Arco del Triunfo y, por otra, el parque Herastrau. En este se encuentra el coqueto Museo del Campo, en el que el visitante podrá contemplar las típicas granjas/cabañas de la Rumanía profunda.
Qué comer en Bucarest y dónde
Probablemente lo que más me gustó de Bucarest fue la comida. Para ello, no hay que perderse uno de los mejores restaurantes de la ciudad (y más turísticos, a la vez): ‘Caru Cu Bere‘, en la calle Lipscani. ¿Qué puedes comer aquí? Kashkaval (queso empanado), Sarmale (carne picada envuelta en col), Carnati (salchichas), Ciorba (sopa típica) o Mititei (una especie de salchicha hecha de carne picada y a la brasa).
Justo en el local de al lado está ‘Chocolat‘, una pastelería nada barata pero que será imposible evitarla. Su escaparate es por sí solo una tentación.
Seguro que me dejo muchos sitios olvidados pero, más o menos, esa fue mi experiencia.
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Hola, ¡ eres un monstruo, de maldad, claro ! ¿ Qué te falta ya por visitar ?, me parece que Lepe, en Huelva, otra vez, claro, Muy bien escrito, expresado, acentuado, y etc.De parte de V, I, E y yo.
Jijiji…Recordad que fui correctora de El Mundo!!
Hola Andrea.
Muy entretenido leer tu blog de viajes.
Yo tengo pensado ir a Bucarest a comienzo de octubre y te quería preguntar que tal el clima en esas fechas….yo soy de Chile y quiero ir bien preparada.
Gracias.
Hola Pamela! 🙂 Yo estuve en Semana Santa y no pasé excesivo frío, me imagino que en octubre será parecido, es decir, abrigo y bufanda pero no te preocupes que no creo que las temperaturas bajen de 10º!
Hola, tenemos previsto ir a Rumania el mes que viene. Tq queria preguntar, si saliste contenta, ¿que hotel contrataste en Bucarest?
Gracias
Hola Juanlu! Lo siento mucho pero no recuerdo el nombre del hostel. Recuerdo que era un albergue con habitaciones de varias personas, aunque nosotros contratamos una doble. No creo que fuera muy caro, aunque tampoco una maravilla:)