Llevo un tiempo queriendo escribir esta entrada porque aparte de que el País de Gales es un completo desconocido, viví ahí cerca de dos años.
Por razones laborales, el destino hizo que acabase en un pueblecito llamado Pwllheli (pronunciado algo así como «pujeli»), ubicado en el condado de Gwynedd, en el norte de Gales.
El norte de Gales y prácticamente todo el país se compone de pequeñas poblaciones enmarcadas en el verdor de los campos y las apacibles ovejas. Incluso me atrevería a decir que Cardiff, la capital, es la única que es verdaderamente una ciudad.
El idioma galés no está muy extendido por todo el país. No obstante, precisamente Pwllheli es donde se fundó el Plaid Cymru, un partido político independentista que defiende la cultura galesa y, por ende, el idioma. Por este motivo, no es de extrañar que tanto en esta localidad como en el norte en general, los habitantes tengan como primera lengua este idioma, un idioma un tanto curioso, repleto de íes griegas y uves dobles y de palabrejas impronunciables.
Pues bien, Pwllheli es una población costera y se localiza exactamente en la península de Llyn, un territorio conformado por hermosas playas pero su desagradable clima impide disfrutar totalmente de ellas.
Poco menos de media hora en autobús separa Pwllheli de Porthmadog, una localidad un poco más grande que la primera que hay que pasar para comenzar la ruta de los castillos, como la he querido denominar.
A medio camino entre ambas se localiza la primera parada: Criccieth, donde nos espera el primero de ellos.
Castillo de Criccieth |
El Castillo de Criccieth se erige sobre un montículo y se construyó aproximadamente a mediados del siglo XIII. Se trata de un fiel testigo de las eternas guerras entre Inglaterra y Gales. Hay una colina justo enfrente desde donde se contemplan unas vistas espectaculares tanto del castillo como del mar Irlandés.
Hay que desplazarse en dirección norte para visitar uno de los castillos galeses mejor conservados y más famosos: el Castillo de Caernarfon. Este fue erigido a finales del siglo XIII no solo con fines defensivos sino también como residencia de la realeza. Como curiosidad hay que apuntar que fue aquí donde tuvo lugar la investidura del Príncipe Carlos como Príncipe de Gales en 1969.
Por su parte, a pocos kilómetros al sur de Porthmadog se encuentra otra de las fortalezas más impresionantes, la de Harlech. Merece la pena visitarla y contemplar desde el castillo formidables vistas de las montañas de Snowdonia.
El Castillo de Conwy es otro de los recomendables. Se sitúa en la costa norte, cerca de Llandudno, otra localidad de interés. Algo característico de este castillo es su enorme puente colgante. Hay que añadir que es posible pasear por la muralla que rodea a esta población medieval y desde la que se advierten todos los encantos de la misma.