Lo mejor de Varsovia

Hace unos años decidí visitar a un amigo que vivía en Lodz (Polonia), una de las ciudades más grandes del país pero, por cierto, bastante feílla. De modo que pensamos que lo mejor sería hacer un tour de 8 días por las principales ciudades turísticas de Polonia y que, más o menos, estuvieran cercanas entre sí.
Así, nuestro primer destino fue Varsovia, la capital polaca y que a menudo es despreciada en ventaja de Cracovia de la que dicen es, y no seré yo quien lo dude, la joya de Polonia. Sin embargo, a mí me encantó Varsovia, la encontré menos abierta al turismo, más tradicional.
Esta ciudad tiene varias caras pero son dos las que más predominan a mi parecer. De un lado, hemos de destacar su vertiente histórica y monumental; de otro, la faceta más luchadora con multitud de referencias a un pasado muy combativo. No en vano, a raíz del denominado Alzamiento de Varsovia, que se produjo en 1944 y en el que el ejército polaco quiso mostrar su rechazo a la ocupación alemana, el centro histórico fue completamente destruido.

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Plaza de Mercado en Varsovia

Una vez reconstruido quedó lo más entrañable de Varsovia, un espacio para recorrer y perderse. Se puede comenzar el paseo en la Plaza del Castillo (Plaza Zamkowy), presidida por el imponente Castillo Real (que fue totalmente destruido durante la II Guerra Mundial) y en la que también llama la atención una columna de 22 metros de altura que fue erigida en honor al Rey Segismundo III. Me fascinó el colorido de los edificios colindantes, al igual que el de la próxima Plaza de Mercado (Rynek Nowego Miasta), sobre todo conocida por la estatua de una Sirena, la cual es protagonista de una interesante leyenda.

Según esta, eran tiempos lejanos cuando llegaron dos hermanas sirenas a orillas del mar Báltico. Una de ellas se dirigía hacia Copenhague; la otra, sin embargo, se dejó llevar por el río Vístula hasta llegar a Varsovia. Una vez allí comenzó a romper las redes de los pescadores para dejar libres a aquellos peces atrapados en ellas, hecho que molestó soberanamente a los trabajadores del mar. No obstante, quedaron embelesados con su canto. Sin embargo, un comerciante quiso aprovecharse de este talento y la raptó con el fin de hacerse rico a su costa. Poco después fue liberada por el hijo de un pescador y la sirena prometió, en agradecimiento, que siempre que tuviese un problema acudiría en su ayuda.

Por otra parte, la Barbacana es un lugar imprescindible en la ruta por el casco histórico de Varsovia. Se trata de una fortificación que une la zona antigua con la parte nueva de la ciudad (Nowe Miasto). Rodee esta muralla hasta dar con el monumento al Pequeño Insurgente, en honor a todos aquellos niños polacos que participaron en la sublevación contra las tropas nazis en 1944. En los alrededores se encuentra. asimismo, la Catedral de San Juan.

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Monumento al Pequeño Insurgente

A destacar es, igualmente, la coqueta Vía Real, una avenida que conecta la Plaza del Castillo con el Parque Lazienki. Yo tuve la oportunidad de conocerlo en uno de los meses más fríos del año y fue increíble ver el inmenso lago helado… No hay que perderse el Palacio Lazienkowski ni el monumento a Chopin, ya que el famoso compositor nació en Varsovia.

Su pasado más luchador

Como he comentado antes, Varsovia contiene multitud de alusiones a su faceta más luchadora. Buenos ejemplos son el monumento al Alzamiento de Varsovia, que se construyó en 1989 con motivo del 45º aniversario; el Museo de la Sublevación de Varsovia (Ul. Grzybowska 79); o la Catedral del Ejército Polaco (Ul. Dluga 13), un auténtico museo en recuerdo de los caídos.

Uno de los edificios más característicos de la capital polaca y muy representativo de la arquitectura comunista es el Palacio de la Cultura y Ciencia, que es también el más alto del país.

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Palacio Lazienkowski

Otro punto de interés para el viajero puede ser el barrio de Praga, donde se ubica la Catedral de San Miguel Arcángel y San Florian, así como el Mercado Rócyzki.

También es curioso el barrio judío. Aquí se debe visitar la sinagoga Nozyk (Ul. Twarda 6) o el monumento a los Héroes del Gueto (Ul. Zamenhofa).

En este enlace podrá ampliar información sobre Polonia.

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