Para hablar de Asilah, sería mejor dejar a un lado las palabras y hacerlo con imágenes. Y es que la «perla del Atlántico», como muchos la llaman, no es exactamente el Marruecos que todos tenemos en mente. A continuación, te contamos qué ver en Asilah.
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Asilah es un pequeño pueblo costero de color blanco y muy turístico, en el que muchos europeos tienen su casa de veraneo, especialmente españoles. Es cierto que su playa podría estar mejor cuidada, pero eso no lo hace menos especial. Su multitud de restaurantes, sus puertas de colores y sus calles luminosas se encargarán de que te atrape este lugar desde el minuto uno.
A Asilah llegamos en tren desde Rabat, un viaje de alrededor de 3 horas que, según indica mi cuaderno de apuntes, costó 80 DH ( unos 8 euros).
A su visita le dedicamos una tarde y toda la mañana del día siguiente y dio tiempo de sobra a pasear por ella, ir a la playa, tomar un té al anochecer e, incluso, ver una increíble puesta de sol.
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| El rincón más chuli de Asilah |
Qué ver en Asilah
La pequeña ciudad marroquí no entiende de mapas ni rutas establecidas, sino que lo mejor que uno puede hacer es perderse por la Medina y sus calles repletas de puertas de colores. Eso sí, si un lugar merece una mención ese es Borj Krikia, que ofrece la mejor panorámica que encontrarás de Asilah y que reúne cada tarde a aquellos curiosos que quieren disfrutar de la puesta de sol.
Además, aunque un día te parezca poco, solo 24 horas serán suficientes para toparte varias veces con algunos personajes peculiares del lugar. Véase el vendedor de pinturas que (supuestamente) hace él mismo. No le importará que no muestres demasiado interés, pues aprovechará tu despiste para empezar a explicártelas una por una y para hacerte saber que si no compras alguna de ellas, es que no entiendes de arte.
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| Calles de Asilah |
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Calles de Asilah |
