Abjasia (I parte): cómo viajar desde Georgia

Sujumi es la capital de Abjasia

Hablar de Abjasia es un poco complicado porque, digamos, hay que adaptar el discurso según quién sea tu interlocutor. Situada al noroeste de Georgia, es una región separatista que, en la década de los 90, se autoproclamó independiente de este país, por supuesto sin el respaldo de la comunidad internacional. En este primer post sobre Abjasia, cómo viajar desde Georgia será el tema principal.

Sujumi es la capital de Abjasia
Letras en el paseo marítimo de Sujumi

La guerra de Abjasia es un conflicto del que apenas se ha escuchado en Europa y eso que se desarrolló a las puertas del siglo XXI (1992-1993). Cuando cayó la URSS y Georgia consiguió su independencia, entre los planes de este territorio no estaba limitarse a ser una mera región georgiana y, de hecho, Abjasia también se declaró independiente. A partir de aquí se inicia una cruenta batalla que dio como resultado miles de muertos y decenas de miles de refugiados.

A pesar de que los georgianos continúan asegurando que Abjasia forma parte del país, lo cierto es que no queda ni rastro de esta pertenencia. En la autodenominada República de Abjasia (que solo reconoce Rusia, Venezuela, Nicaragua y unos pocos países más) el idioma oficial es el ruso y el abjasio y la moneda es el rublo (en Georgia es el lari). Además, es un territorio que se está abriendo de manera muy lenta al turismo y en el que es muy complicado encontrar a alguien que hable inglés (ni en la frontera, ni en los restaurantes, ni en los hostels).

Sin embargo, cada vez son más los que se animan a visitar Abjasia en su tour por Georgia y yo fui una de esas.

La guerra de Abjasia está presente en prácticamente cada rincón
Museo en Novi Afon en honor a los caídos en la guerra de Abjasia

Lo primero de todo para viajar a Abjasia: solicitar un visado

Una vez que has decidido que quieres adentrarte en esta región tan desconocida y poco turística, lo primero es solicitar un visado. Debes descargarte el formulario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Abjasia en esta página web. Tienes que completar todos los campos: nombre y apellidos, nacionalidad, profesión, propósito del viaje, número de pasaporte, etc. Fíjate bien en que te pide los días exactos en los que estás planeando viajar a Abjasia y también la frontera por la que piensas entrar (si accedes desde Rusia por tierra es «Psou»; desde Georgia, es «Ingur»).

En el sitio web explica que debes solicitarla al menos una semana antes de tu fecha prevista de entrada, ya que puede tardar unos días en llegarte. Posteriormente, debes enviar el formulario al correo electrónico que indica.

Nosotras lo mandamos un miércoles y nuestro plan era entrar en Abjasia el jueves de la semana siguiente. Hasta el último momento no nos llegó el visado (por mail), pero, de repente, el miércoles por la tarde recibimos la visa, así que rápidamente a hacer la maleta y coger el tren nocturno desde Tbilisi que nos dejaría cerca de la frontera. Entonces, si a ti también te ha pillado el toro y ves que no te llega, mi consejo es que estés preparado/a porque son tan guasones que te la van a mandar en el último momento. ¡Ya verás!

Cuando te llegue el visado, imprime al menos tres copias y, por supuesto, llévate el pasaporte. De momento, no tendrás que pagar nada.

Cómo llegar desde Tbilisi hasta la frontera con Abjasia

Es posible que te pille la confirmación del visado en Tbilisi, así que tienes varias opciones para llegar hasta la frontera con Abjasia. Esta se localiza en Zugdidi, capital de la región de Samegrelo. Puedes tomar una marshrutka o bien un tren.

Nosotras cogimos desde Tbilisi el tren nocturno hasta Zugdidi a las 21:45 horas. Nos costó 20 lari (unos 7,5 euros, creo que era 2ª clase) y nos tocó un coqueto compartimento con cuatro literas. Nos dieron sábanas desechables por 3 lari más y, además, tuvimos la suerte de que el tren iba medio vacío y no tuvimos que compartir cuarto. Llegamos a Zugdidi a las 6.00 am del día siguiente.

Desde la estación de trenes de Zugdidi, tienes dos opciones para llegar hasta la frontera: una marshrutka  o un taxi. Nosotras escogimos la segunda opción por 10 lari. En 10-15 minutos estás allí.

Ten en cuenta que la frontera abre a las 8.00 am, así que, si has llegado en el tren nocturno, intenta hacer tiempo en una cafetería o en la propia estación.

Puedes llegar desde Tbilisi a Zugdidi en tren y de ahí coger un taxi hasta la frontera
Nuestro compartimento en el tren

Llegó el momento de cruzar la frontera

Bien, en este punto tengo que decir que la frontera es completamente segura. Mientras organizábamos el viaje, me dio por mirar foros y artículos y en el 80% de ellos no recomendaban bajo ningún concepto viajar a Abjasia. Según parece, la frontera era hace unos años territorio comanche. Unos contaban que les habían robado y otros, que si tenías algún problema, nadie se iba a hacer cargo de ti, ni podrías pedir ayuda a tu Embajada.

Y yo, además, con la obligación de llevarme el portátil para trabajar. Un estrés, vamos, ¡que mi ordenador es como mi hijo! Me lo roban y me da un jamacuco.

Sin embargo, nada de eso. La frontera se atraviesa andando en unos 15 minutos (también verás carros tirados por caballos un poco rudimentarios para hacerte la travesía más fácil si quieres), pero en ningún momento tienes sensación de inseguridad. Ves a algunas personas con bolsas y con maletas que cruzan sobre todo en dirección a Georgia y te da por pensar que es un camino que realizan con frecuencia para ver a sus familiares. Y es que, hoy por hoy, ningún georgiano tiene permitido entrar a Abjasia si no es con una invitación, algo que les apena, según pude comprobar con varios conocidos.

La frontera es larga, así que puedes alquilar un caballo
Carros tirados por caballos esperando por los viajeros cansados que no quieran andar

El último tramo: control de pasaportes en Abjasia

Esa mañana hacía un sol espléndido y, aunque estábamos un poco muertas del tracatrá del tren, la emoción nos quitó el sueño y el cansancio en un santiamén. Eso sí, hasta que llegas a territorio abjasio, tienes que pasar por hasta tres controles. En el primero nos ofrecieron una silla (así que te podías hacer una idea de que iban a tardar) y estuvieron como 20 o 30 minutos haciendo nosequé con nuestros pasaportes. Eso sí, ninguna pregunta.

El segundo fue una ventanilla con unas pocas preguntas. Y el tercero fue un ¡COÑAZO! Lamentablemente mi compi de aventuras hablaba muy bien ruso, entonces aprovecharon para hacernos un interrogatorio en toda regla: primero a mí (con su ayuda y mi poco ruso) y luego a ella. Que si qué habíamos estudiado, en qué trabajábamos, si algún familiar era funcionario, si en España había ejército (¿?), si estábamos casadas, si teníamos hijos, por qué queríamos visitar Abjasia… Así unos 45 minutos.

Además, el poli se metía bien en su papel intimidante y ponía caras raras si no le gustaban nuestras respuestas. Al final, llegamos a la conclusión de que el chaval estaba aburridillo y le apetecía llenar un folio en blanco (porque tomaba nota de lo que decíamos en una hoja y no en el ordenador) con nuestras respuestas.

Como decía al principio del post, hay que adecuar el discurso a tu interlocutor. Opines lo que opines, lo mejor es no complicarse y decirles lo que quieren escuchar. Eso de responder al poli: «pues es que he venido a Abjasia porque era la única región de Georgia que me quedaba por ver…», pues como que no.

En el control de pasaportes de Abjasia hay que echarle paciencia
El último tramo: al otro lado del puente ya esperan los controles

¡Por fin! Ahora a Sujumi

Al otro lado, nos esperaba la frontera abjasia, bien cochambre. Había un baño (un agujero en el suelo, para ser más exactos. De hecho, todos los baños públicos en los que entré en esos días en Abjasia serían eso, un agujero), un bar de café y  khachapuri y un kiosko donde cambiamos algunos lari por rublos.

Para llegar hasta Sujumi, la capital, normalmente hay dos opciones, según las guías que leí: coger una marshrutka directa y menos frecuente (unas tres horas) o coger la que conecta la frontera con la localidad de Gali, que pasa con más frecuencia, y ahí enganchar con una a Sujumi. Al final, cogimos la directa y pagamos 250 rublos (unos 4 euros).

Abjasia da la bienvenida al viajero con un barrizal
Ya en Abjasia, barrizal en la frontera

Pagar el visado en Sujumi antes de 3 días

Si te fijas, ¡aún no has pagado el visado! Así que digo yo, que en algún momento tendrás que pagarlo, ¿no? El Gobierno abjasio te da tres días desde que cruzas la frontera para ir a pagar el visado en Sujumi. Son 10 dólares (si vas a estar menos de 10 días) y puedes pagarlo con tarjeta de crédito. Nos temíamos lo peor: más preguntas y una cola horrible, pero, contra todo pronóstico, ¡no tardamos ni 5 minutos! El edificio está en la calle Sakharova 33.

Próximamente…: qué visitar en Abjasia.

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