Así, una amiga que quedó sorprendida con la ciudad me propuso visitarla de nuevo en febrero del siguiente año. Me habló de una inmensa catedral y de interesantes ofertas de vuelos en Germanwings. No hizo falta más para convencerme.
Desde el mismo vuelo Madrid-Colonia todo era fotografiable. Probablemente sería por mi escasa experiencia en volar, pero incluso cualquier rincón del avión era susceptible de ser captado por mi cámara.
La Catedral de Colonia |
Alemania tiene muchas cosas buenas para los viajeros con bajo presupuesto. Una de ellas son los albergues: super bien cuidados hasta el último detalle, muchos de ellos con desayuno incluido y con unos precios más que atractivos (algo de lo que España carece).
Imagen en el Museo de la Gestapo |
Respecto a museos, nosotras vimos el Museo de la Gestapo (EL-DE Haus), ubicado en un edificio que perteneció a la policía secreta alemana hasta 1945. Acoge fotografías muy interesantes de la época. Me sorprendieron sobre todo aquellas en las que aparecía Colonia visiblemente destruida durante la II Guerra Mundial.
Otros museos que recomiendan las guías son el Museo Romano Germánico o el Museo Ludwig.
Iglesia de San Martín |
Imprescindible es en Colonia, finalmente probar la cerveza típica de la ciudad, la Kölsch. Eso sí, acompañada con otra especialidad de la tierra: las famosas salchichas.
En conclusión, Colonia no me pareció una ciudad con mucho que ver. Cierto es que su catedral es una de las más importantes de Alemania, pero, a mi parecer, un par de días es suficiente para visitarla.