Bahía Solano y Nuquí: las playas más bellas de Colombia están en el Pacífico

Las playas más bellas de Colombia están en el Pacífico

El departamento del Chocó (Colombia) lleva en mi mente desde que en el año 2018 escuché la canción de Nuquí de ChocQuibTown. En ella, el grupo chocoano habla de las playas de Nuquí y lo hace en un vídeo de paisajes salvajes, donde la selva se junta con el océano Pacífico. Después de conocer el archipiélago de San Bernardo (del que hablaré en alguna ocasión) y sus playas transparentes pensé que en Colombia no podría haber un paraíso mejor que ese. Pero eso fue antes de llegar al Chocó y maravillarme con las playas más bellas de Colombia, tan vírgenes y vacías.

El Chocó es la región más pobre de Colombia y también es el departamento afrocolombiano por excelencia. No en vano, más de 90 % de sus habitantes son negros. Es una zona “caliente”, muy golpeada por la delincuencia y las redes de narcotráfico. Pese a este panorama, aún hay rincones que parece que escapan un poco del conflicto, del crimen, de los paramilitares y de la guerrilla.

Nadie te pone muy buena cara cuando dices que vas a visitar el Chocó. Es más, es un viaje que casi nadie hace, por lo que las referencias son escasas. Vas un poco a ciegas porque es misión imposible encontrar a otros viajeros que hayan hecho antes una ruta parecida a la tuya. Yo lo tenía claro. Me daba igual no tener mucha idea de lo que iba a encontrarme allí. Es más, va a sonar a chiste, pero lo que más me preocupaba era: ¿habrá WiFi en el Chocó? Problemas del Primer Mundo.

IMG 20210606 135508
El Valle

 

Teníamos algo menos de una semana, así que la ruta estaba clara: Bahía Solano y Nuquí. Desde Medellín hay vuelos directos a ambos puntos, así que el plan era entrar por uno y salir por el otro. ¡Qué fácil! Claro, eso en nuestro mundo de Yupi en el que hay autobuses y lanchas todo el rato. Nada más lejos de la realidad porque, de hecho, es bastante complicado moverse por esta parte del océano Pacífico. Las carreteras son inexistentes, por lo que autobuses y coches, descartado. Como mucho, motocarros cutres que hacen lo que pueden. En cuanto a las lanchas, lo mismo, las frecuencias son mínimas. Pero todo esto lo aprendes una vez en el terreno (cuando ya es demasiado tarde porque ya has comprado el vuelo de vuelta) o, en tu caso, afortunado lector, leyéndome ahora.

Bahía Solano vs. El Valle: ¿dónde es mejor quedarse?

El Aeropuerto de Bahía Solano está a unos minutos en coche del pueblo del mismo nombre. Era obvia, entonces, la primera visita. Aquí nos alojamos en el único “hotel” de la zona. Digo el único porque el resto son una especie de bungalows de madera donde duermes frente al océano, en hamacas o en habitaciones rudimentarias sin paredes. Todo muy exótico, pero yo tenía que trabajar (como siempre), así que no podía arriesgarme y preferí ir al único alojamiento que te ofrecía una conexión WiFi más o menos estable. Eso sí, teniendo en cuenta dos cosas: primera, es WiFi satelital, por lo que la señal es de aquella manera; segunda, cuando llueve, olvídate de Internet. Y esto, teniendo en cuenta que el Chocó está considerado el lugar más lluvioso del mundo. Estupendo.

En Bahía Solano nos recibió la lluvia (qué raro) y, por ende, un barrizal enorme. Y es que en este pueblecito las calles no están asfaltadas, por lo que te toca siempre ir sorteando los charcos. Es un pueblecito que, en principio, no tiene mucho. Solo un mirador y tres caminatas hasta cascadas. Por ello, mucha gente prefiere establecer su centro de operaciones en El Valle. Aquí hay más vidilla turística que en Bahía Solano, muchos más hostels y, en principio, más actividades que realizar: caminatas nocturnas, avistamiento de tortugas y ranas, rutas por ríos, etc. Muy guay todo, sí, pero si algo he aprendido en estos años de nómada digital es que todo no se puede tener, de modo que optamos por el hotel de pijos.

Bahía Solano desde las alturas

Bahía Solano y El Valle están conectados por un camino tortuoso que solo puede salvarse en motocarro. Debido a las condiciones del terreno, este trayecto dura unos 40 min. En un principio, viniéndonos arriba, incluso pensamos quedarnos en Bahía Solano y hacer ese trayecto todos los días para realizar las actividades que ofrecía El Valle. Luego nos dimos cuenta de que era un soberano coñazo y optamos por hacer las de la parte de Bahía Solano.

IMG 20210607 150123 1024x768 1

El Valle es de estética muy parecida a Bahía Solano: un pueblo cochambre en medio de un lodazal. No obstante, tiene unas playas inmensas y maravillosas. Es más, la mayoría de alojamientos están aquí, en medio de la nada, con la selva de un lado y el enorme océano enfrente. Este fue mi primer contacto con el Pacífico colombiano y también mi primer baño. La playa El Almejal me pareció una locura de bonita, tan salvaje, con esas rocas en medio, con las palmeras detrás. El cielo siempre gris no fue problema para darnos un chapuzón. La primera cosa que aprendes del Chocó es que aquí el turismo de extender la toalla y tomar el sol no tiene sentido. Más que nada porque el sol sale muy poco, pero las temperaturas son siempre agradables para bañarte en esas aguas tan cálidas, como las del propio Caribe.

Playa de El Almejal

Caminata a Mecana desde Bahía Solano

En Bahía Solano nos dimos cuenta de un fenómeno muy curioso. En todas las partes del mundo, la marea sube y baja, pero aquí este suceso era demasiado pronunciado. Cada día amanecía con el agua al borde del paseo marítimo, mientras que, al atardecer, el agua estaba lejos lejos, tanto que tenías que andar varios minutos para encontrártela. Por eso, cuando decidimos ir a la playa de Mecana a pie, tuvimos que tener en cuenta este fenómeno. Dado que había que ir saltando de playa en playa para llegar, debíamos emprender la marcha antes de que la marea comenzara a subir porque literalmente la marea se come las playas.

Cuando baja la marea y el agua se va, se va

Cuando nos lo contaban, parecía más un paseo que otra cosa. No obstante, enseguida nos vimos levantando las mochilas y cruzando por unas rocas con el agua casi por la cintura. Y yo no podía dejar de pensar en que había que darse prisa porque la marea sube y no perdona. El último tramo era una especie de atajo campo a través para llegar a Mecana. Antes de iniciar la caminata, nos habían dicho que tuviéramos cuidado en este punto porque, en ocasiones, había grupos paramilitares con pocas ganas de curiosos por ahí. Mucho mejor si íbamos sin nada de valor por lo que pudiera pasar. El paisaje era espectacular, salvaje, virgen, vacío. No había nadie más que nosotros, pero con esta incertidumbre una no estaba relajada al 100 %.

IMG 20210608 091357 1024x768 1

Y por fin llegamos a Mecana, una playa inmensa bajo un cielo gris imperecedero, en torno a mediodía. Cuando nos fuimos en la tarde, ya no había playa.

Playa de Mecana

El Parque Nacional Natural Utría: en busca de las ballenas jorobadas

Cada año a partir de finales de junio-principios de julio, es posible ver ballenas jorobadas. Estas emprenden un largo viaje desde la Antártida y llegan a estas aguas, mucho más cálidas, para aparearse y dar a luz a sus crías. Parecer ser que en estas fechas es muy sencillo ver a los ballenatos saltar. Nosotros no tuvimos esa suerte porque llegamos un poco pronto, pero sí visitamos uno de los lugares donde es más fácil observarlas: El Parque Nacional Natural Utría. A pesar de que es bastante pequeña la zona abierta al público, si prestas atención puedes observar cantidad de especies. Yo, como estoy medio ciega, no vi nada. Lo que sí vi fueron cientos de cangrejos por todas partes.

Puente que recorre la parte abierta al público del Parque Nacional Natural Utría

El Parque Nacional Natural Utría está al borde de una playa en la que está prohibido bañarse para no dañar los corales. Por lo visto, en julio y agosto es muy sencillo avistar ballenas jorobadas en la misma orilla.

IMG 20210609 113833 1024x768 1

Desde Bahía Solano a Nuquí en lancha

Cuando aterrizamos en Bahía Solano, empezamos a planear nuestra ida a Nuquí en lancha, dado que nuestro vuelo de vuelta a Medellín salía desde ahí. Tan ingenuos nosotros creíamos que habría lanchas a cascoporro en cualquier momento de la semana. Nuestro vuelo salía desde Nuquí el viernes, así que nuestro plan era llegar el miércoles para estar un par de días. Error porque las lanchas solo cubrían este trayecto los lunes y viernes. ¡No nos salían las cuentas! ¿Y entonces? Entonces, nos tocó hablar con todos los lancheros y pescadores del lugar, a ver de qué manera hacerlo. Maneras había, pero pagando un pastizal porque sería una lancha privada. No hay más turistas, chicos.

Casualidades de la vida, conocimos a un señor en el embarcadero que nos hizo un precio razonable por llevarnos a Nuquí, con paradas en el Parque Nacional Natural de Utría, en el pintoresco pueblo de Juribidá y en unos termales. El señor capitán era una cochambre pura. Su intención era llevarnos él, pero tenía una herida gigantesca en la pierna en carne viva y apenas podía caminar por un accidente. Yo trataba de no mirarla porque me mareaba y solo podía pensar que si íbamos con él y la lancha volcaba, ¿podría manejar él la situación? Afortunadamente, dejó la misión de llevarnos en manos de su yerno y su compañero: dos negros jóvenes y fornidos. Ahora sí.

La salida en lancha desde Bahía Solano daba un miedo que te cagas. Por alguna extraña razón habían decidido que emprendiéramos la marcha en una zona de alto oleaje. Menos mal que estos dos capitanes tenían mucha experiencia y sabían cómo coger cada ola hasta salir porque si no nos hubiéramos empotrado contra las rocas.

Una visita a Juribidá: el gran descubrimiento del Chocó

Una de las paradas técnicas que hicimos fue en Juribidá. El pueblo, como la mayoría de la zona, está que se cae. De nuevo, sin asfalto, con gallinas correteando de aquí para allá, pero me pareció que tenía mucho encanto. Nuestro capitán decidió que comiésemos aquí. Y luego dimos una vuelta por el pueblo con algunos lugareños. A pesar de su estética desaliñada, me pareció también que este lugar tenía mucho potencial turístico, con su embarcadero y los termales en medio de la selva.

Calles de Juribidá
Calles de Juribidá

Además, en Juribidá tuvimos la oportunidad de observar la planta de la escopolamina, también conocida como burundanga, creciendo ahí en medio de un jardín.

La flor de la escopolamina, tan bonita y tan peligrosa

Por fin, las playas de Nuquí

Si no te fijas muy bien en las construcciones medio derruidas de Nuquí, perfectamente podría recordar a Venecia. Este pueblo que tan popular se ha hecho últimamente pese a que no sea tan turístico como cabría esperar tiene cuatro calles y un aeropuerto integrado en la ciudad. Integrado nivel “vamos a hacer el check-in lo primero y, cuando terminemos, salimos a la única cafetería del pueblo a desayunar”. No sé si por la pandemia o las protestas que estaban asolando en aquel momento a Colombia y, por ende, los bloqueos, pero nos costó encontrar sitios donde comer y cenar. Y lo peor, donde comprar agua. No había agua en ningún lado. Todos se encogían de hombros cuando preguntabas por ella.

IMG 20210609 163057 1024x768 1
Vistas del Aeropuerto de Nuquí desde el hotel

El caso es que fue en Nuquí donde está la que es, para mí, una de las mejores playas de Colombia. Y lo digo sin remordimientos incluso después de haberme recorrido la costa caribeña colombiana casi de principio a fin. La playa de Guachalito, adonde se llega en lancha desde Nuquí, me pareció casi perfecta. Solo le hubieran faltado aguas transparentes para alcanzar esa perfección. Guachalito es una de esas playas que parecen sacadas de la portada de National Geographic en donde no hay ni un alma, solo palmeras, vegetación, piedras fotogénicas en medio del océano, etc. También la cercana playa de Termales, que debe su nombre a las piscinas de agua termal que alberga, es otra maravilla similar.

La playa de Guachalito
IMG 20210610 132408 1024x768 1
Playa de Termales

Me pareció todo tan paradisíaco que maldije (un poco) mi necesidad de WiFi constante porque me hubiera gustado estar una semana allí, en una cabaña de madera rudimentaria con una playa enorme frente a mí y sin nada más que hacer. En su lugar, tenía un hotelito más normal y con Internet en Nuquí. Y es que no, no se puede tener todo.

0 respuestas

  1. Me encanto tú descripción sobre el viaje al pacifico colombiano, sin dudas un relato que necesitaba para arriesgarme y comprara los boletos. ¡Gracias!

  2. Nuquí es una nota!!! Es música, es paisaje, es mar, es cielo, es vida. Uno de los lugares más bellos que he podido visitar.

    1. Hola Javi! Qué difícil decisión! Quizás Nuquí porque como digo ahí está la playa de Guachalito, que creo que es uno de los sitios que más me ha gustado de Colombia! Si puedes, alójate en una de las cabañitas porque en serio es un verdadero paraíso!

  3. Muchas gracias por este block, excelente En este momento me estoy averiguando entre nuqui y capurgana. Cuál me sugiere? Dice que en nuqui quedarse en una cabañita, cómo las busco en internet?

    1. Hola! Siento contestar tan tarde! Qué difícil decisión porque Capurganá es Caribe y Nuquí es Pacífico! Nuquí es nuboso pero un paraíso y Capurganá, más soleado! Ambos me encantaron! Si te atreves, cuando llegues a Nuquí reserva allí, aunque si no recuerdo mal, las cabañitas bonitas están en las playas cercanas como Guachalito y Termales!

    1. Hola! El PNN Utría me imagino que gana mucho cuando llegan las ballenas. Yo fui cuando aún no era la época y tampoco vimos muchos animales. Playa Olímpica no me suena y Guachalito, sí, maravillosa!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *