De turismo en Viena, capital de Austria

Cuando pensaba en el triángulo turístico Praga-Viena-Budapest, sin duda Viena era la ciudad que, a priori, menos me llamaba la atención. No obstante, tengo que retractarme porque después de visitarla me ha sorprendido muy gratamente.

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Palacio Belvedere
Si hubiera que usar solo un adjetivo para caracterizarla, yo diría que es elegante, señorial. Viena está llena de palacios, de enormes avenidas flanqueadas por impresionantes edificios. Prácticamente cada rincón de Museumsquartier (que identificará rápidamente porque se encuentra en el metro del mismo nombre) merece ser fotografiado. Se trata de un área que contiene los mejores museos de Viena, así como otros lugares de interés como la plaza del Ayuntamiento (Rathaus platz) o la maravillosa Heldenplatz, donde encontrar el Palacio Imperial.
Tanto estos lugares como los más turísticos se ubican dentro del denominado Ringstrasse, que no es otra cosa que un anillo que abarca los sitios más significativos de Viena. Una de las iglesias que más me impresionó fue Karlskirche, simplemente preciosa. Salvando las distancias, con su iluminación nocturna a mi se me pareció al Taj Mahal.
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Iglesia de Karlskirche
Por su parte, quizá lo más conocido de Viena es la Ópera, edificio que merece la pena ver por su importancia pero que a mi no me sorprendió demasiado. El metro que trae hasta aquí es Stephanplatz, parada que también sirve para visitar la Catedral de San Esteban.
Uno de los palacios más bonitos es el Belvedere, que, si bien hay que pagar entrada, en mi opinión no merece la pena porque poder merodear por los jardines y las fuentes es suficiente. Pero sobre todo el que no puede perderse es el conocido como Palacio de Sissi, un poco alejado del centro histórico (metro: Schloss Schönbrunn). Como el anterior, hay que pagar entrada. Yo no la pagué porque para mí poder caminar por los extensos jardines fue también más que suficiente. Reserve toda una mañana para visitarlo.
 

Otros lugares de interés de Viena

 
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Palacio de Sissi
Si viaja en verano o, al menos, en época de calor, recomiendo ferviertemente cruzar a la isla de Donaustatd. Se sentirá como en Fuengirola o Benidorm: con numerosos chiringuitos y ambiente playero. Todo un descubrimiento. Yo me tomé un batido en una terraza que tenía hamacas sobre la arena y fue uno de los momentos más especiales de mi viaje.
Muy cerca se encuentra el colorido parque de atracciones Prater, que se erige como el más antiguo del mundo.
Otro de los sitios que debe incluir en su ruta es el edificio Hundertwasser (que me costó la vida encontrar, así que tenga paciencia). No entiendo de arte, pero me recordó mucho a las obras arquitectónicas de Gaudí. Finalmente, no se pierda el gigantesco mercadillo Naschmarkt: de frutas, verduras y aceitunas de mil colores.

Recomendaciones

 
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Tarta Sacher
  • Austria tiene euros, pero yo como estaba viviendo en Inglaterra necesitaba una casa de cambio urgentemente. Además, suele ser más recomendable cambiar la divisa en el lugar de destino porque el cambio es mejor. Eso en Viena NO pasa, así que si por circunstancias de la vida no cuenta con euros, cámbielos antes de llegar a la capital. Sobre todo evite las casas de cambio cercanas a la Catedral: ¡¡las muy cara duras pretendían darme menos euros que lo que yo les ofrecía en libras!!
  • Supongo que Austria en general también, pero Viena es carísimo. Así que prepárese para desembolsar bastantes euros. Eso sí, no escatime en probar su especialidad: el Schnitzel (un filete empanado) y la famosa tarta Sacher. Otra recomendación (esta vez, más barata) es el Leberkässemmel: un bocadillo de una especie de jamón grueso delicioso.
  • El metro. Como en casi todas las ciudades del centro y este europeo, el metro es «gratis». Esto quiere decir que existe la leyenda del revisor fantasma que pocos conocen pero que está ahí. Usted mismo.
  • Para las compras, una de las mejores calles es Mariahilfer.
  • Una curiosidad: Viena y Bratislava (capital de Eslovaquia) son las capitales europeas más próximas entre sí (menos de 100 kilómetros). Reserve un día para visitarla.
  • ¡Disfrute con los numerosos puestos de salchichas!

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