— Viajes Guays
Viajesguays.com nació con otro nombre y otra extensión en el año 2012. En aquel momento estaba en Mánchester viviendo una temporada. Había terminado la Universidad y bum! la crisis no nos había dejado otra alternativa a muchos que irnos a Inglaterra a aprender inglés y a trabajar. Fueron meses de dilemas circunstanciales sobre qué hacer con mi futuro mientras servía batidos en un centro comercial de Mánchester. Entonces, se me ocurrió abrir este blog para narrar algunos viajes que había hecho. Al principio, con un tono más formal y, poco a poco, fue tornándose más espontáneo y desenfadado.
En esa época, viajar era poco más que un hobby. Hoy en día, se ha convertido en una forma de vida. En estos años, he aprendido que no me gusta viajar, sino que me gusta vivir en los sitios. Me gusta establecer rutinas, hacer amigos locales y tener una vida alternativa a la habitual. Por eso, decidí instalarme unos meses en Georgia y Colombia, dos de mis países favoritos.
También tuve la intención de vivir un verano en Uzbekistán, pero por temas de visado esa estancia se convirtió en un viaje de tres meses por Uzbekistán, Kazajistán y Kirguistán, tres de los países que siempre me llamaron la atención. En el verano de 2022 por fin pude cumplir uno de mis sueños, retrasado por la pandemia, y pasé tres meses en Tanzania y tres semanas en Kenia. Volveré a África, sin duda.
Desde hace unos años siento predilección por los países raros, aquellos por lo que casi nadie se interesa. De hecho, mi primer viaje sola fue a Bosnia. Como no encontraba a nadie que me acompañara pensé: ¿entonces eso significa que nunca viajaré a sitios a los que nadie quiera ir conmigo? Me resultan atractivos los Balcanes, el Cáucaso y los países -tan. También me encanta el mundo islámico y, por ello, he tenido miniestancias en países como Azerbaiyán. Me suelen gustar más los países en vías de desarrollo que los desarrollados porque siento que me aportan perspectivas nuevas y diferentes.
Gracias a mi trabajo freelance, que surgió espontáneamente con la crisis, puedo establecerme temporadas en diferentes países. Solo tengo que girar la bola del mundo y decidir dónde me gustaría vivir los próximos meses. Así de fácil. Siempre viajo sola, pero no trato de convencer a nadie de probarlo, pues pienso que no es para todos.